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El blog de ace76

Personal

UF!

UF!

Hoy tengo un día de estos de los de mucho, mucho trabajo. Sí, no os riaís, pero a veces no paro. Suena el teléfono, y vuelve a sonar antes de que cuelgues. ¿O pensabais que tengo doble línea en el aparato para presumir de teléfono moderno? Y me piden que pase unos papeles a limpio, y que busque unos datos en los PGE (el primer año, los PGE me daban miedo, me pasaba horas intentando descifrar sus secretos, ahora lo encuentro todo en un pimpampum, hmmmm, autosatisfecho me siento), y que haga tropecientas copias de tal dossier, con sus correspondientes encuadernaciones. Con lo mal que se me daba a mí la pretecnología.

Hoy he ido también a inglés, después del descanso veraniego de la profesora. En Seattle me di cuenta de que mi acento deja un poco bastante que desear. No había manera de que en Starbucks me entendieran la palabra "chocolate".

-I want a double chocolate chip frapuccino, please.

-Ein? Mokaccino?

-No, no, double cho-co-leit chip frapuccino!

-Frapuccino?

-CHOCOLATE, LECHES!

Por cierto, la variedad de productos en un Starbucks de Seattle era mucho mayor que en uno de España. También vendían más discos que la FNAC... Vale, estoy exagerando con esto último.

De todas formas, se acabaron las visitas al Starbucks por un tiempo. Hay que quemar los excedentes de burritos del Taco del Mar acumulados en los michelines. Menos mal que me gusta ir al gimnasio a relajarme y cotillear. No sé si el otro día estaba Borja Thyssen haciendo pesas... Si no era él, era alguien con la misma cara de bruto.

Mañana toca concierto en la Riviera. Miguel y yo vamos a ir a ver a Travis, convertidos ya en viejas glorias de los 90. Yo me conformo con que canten tres o cuatro éxitos de entonces, como "Sing", "Side", "Driftwood" y "Flowers in the window".

Y para terminar, un poco de autopromoción: en poco más de una semana me he convertido en fan absoluto del Flickr. Voy a ir cargando poco a poco imágenes de las ciudades por las que he pasado en estos últimos años, según me vaya apeteciendo. Anoche subí 17 fotos de la bella Verona.

REPÚBLICA NO

REPÚBLICA NO

Mi madre me dijo de pequeño que era mejor la "libertad sin paz que la paz sin libertad", cosa que a mí en ese momento me sorprendió mucho. Ella me contó que, después de cuarenta años de dictadura, había aprendido que no hay cosa más grande en este mundo que ser y sentirse libre. Después ya entraríamos en el debate de que la libertad hay que ejercerla con responsabilidad, que mi libertad acaba donde empieza la de los demás, que libertad no es libertinaje y que algunos creen en la libertad totalitaria por siempre.

Y sin embargo...

A pesar de que están ejerciendo su libertad de expresión, los que se dedican a quemar fotos de los reyes y banderas de España me resultan profundamente antipáticos. Incluso a pesar de que, en el plano teórico, entiendo todos los razonamientos lógicos para apoyar un régimen republicano (aunque claro, en el plano teórico, entiendo también todos los razonamientos lógicos para hacerme anarquista a lo Bakunin), en la práctica, y acogiéndonos al caso particular de nuestra nación de naciones, no me resulta difícil defender nuestro modelo de monarquía parlamentaria. De hecho, que el papel simbólico que ejerce nuestro Jefe de Estado recaiga en una figura ajena a los caprichos e intereses políticos me parece una ventaja. Y no entremos en el argumento populista de que al Rey le pagamos los palacios y los yates... como que a un presidente de la República no le pagaríamos sueldo, residencia oficial y viajes de Estado... como que iba a bajar el IRPF si no hubiera reyes...

A pesar de que defiendo que los pueblos tienen derecho a elegir su futuro y autodeterminarse (o no) si así lo deciden, el señor Ibarretxe me resulta profundamente antipático. Y mira que yo soy el primero que dice (medio en broma, medio en serio) que Navarra no es España, pero no soporto estos planteamientos políticos tan alejados de la realidad. Por ejemplo: un ayuntamiento, una diputación, representan a todos los ciudadanos, no sólo a los votantes del partido o partidos que gobiernen; y por eso, en sus fachadas deberían ondear todo tipo de banderas, las de todos los ciudadanos. Me resultan antipáticos estos planteamientos excluyentes de la sociedad, en los que se obliga a la población a polarizarse en uno u otro extremo. Y además, me pregunto que se haría con los derrotados en un hipotético referendum... ¿se van del país? ¿se echan al monte?

E iba a hablar también de lo absurdo que me parece que una niña no pueda ir al colegio con un pañuelo en la cabeza... y sí con una cruz colgada del cuello... Pero me lo reservo para otro día.

Teneís libertad para comentar (o no) lo que queráis.

RARO

RARO

Ésta es una de las situaciones que más me suelen descolocar. Es un día normal, un día de los que hay mil, y de repente, alguien te dice: "te veo raro, ¿te pasa algo?". Y tú, evidentemente, dices que no, que no te pasa nada.  Porque no sientes que te pase nada. Y te responden: "¿Seguro?"

Y entonces se ponen en marcha los engranajes de la cabeza y hacen runrún. ¿Me pasará algo y no me habré dado cuenta? Y empiezas a repasar acontecimientos de los últimos días no vaya a ser que te haya pasado algo que te haya afectado y no te hayas dado cuenta. Llegas a la conclusión de que no, de que, como siempre, hay cosas regulares, buenas y muy buenas mezcladas con las preocupaciones laborales, familiares, domésticas y económicas de siempre. Que si tus abuelas son cada día más mayores, que si se acerca el fin de una etapa laboral, que si hay que ir a hacer la compra, que si tienes un cumpleaños, que si has retomado el gimnasio, que si vas a ir a un concierto, que si sigues disfrutando de buena compañía, que si llega el otoño y empieza a hacer frío... En resumen, que afortunadamente te pasan muchas cosas, pero no un "algo" concreto y tangible.

Pero entonces el problema es convencer al otro de que no estás raro, y eso suele ser misión imposible. Porque los demás siempre creen que te conocen mejor de lo que tú te conoces. En realidad, eso es mentira: lo que pasa es que los demás no tienen problema en evidenciar todo eso que sabes perfectamente que tienes dentro pero que a veces cuesta reconocer. Y tienes que intentar comportarte "como siempre", aunque ya te estés comportando como siempre. Pero nada, que no hay manera. "Bueno, pues ya me contarás lo que te pasa". Y entonces ya no sabes si enfadarte o darte de cabezazos contra la pared. O inventarte un algo para que el otro se quede satisfecho. Quizás simplemente es que cada día es distinto y nosotros también, a veces se nos nota más y a veces se nos nota menos. Porque, en el fondo, ser siempre como siempre sería terrible. ¿O no? Cambiar es natural e inevitable.

Al final, parece que siempre se nos exige estar felices, entusiastas, sonrientes y efervescentes. Y estar así todo el día es francamente agotador, y no hay nada malo por tener un día más serio, más introspectivo o más descentrado. "No me pasa nada, simplemente soy yo".

...Y LLEGO EL OTOÑO

...Y LLEGO EL OTOÑO

...Y como todos los años, hubiera tocado artículo cantando las excelencias de la melancolía otoñal, lo mucho que me gustan los días nublados, la lluvia, los parques solitarios, la hierba mojada, los pretiles de las fuentes de piedra recubiertos de líquenes, blablabla... Pero como con este ya son cuatro los otoños que hemos compartido en este blog, pues me/os ahorro la palabrería cursi. Ya sabéis, me gusta el otoño.

Lo que no me gusta tanto es tener dos semanas seguidas con turnos de guardia. Esto de salir prácticamente todos los días a las ocho de la tarde hace que la vida se reduzca a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Se me quitan las ganas de ir al gimnasio, de hacer recados... hasta de hacerme la cama. El gimnasio lo tengo muy abandonado desde que volvi de vacaciones, pero a partir de la semana que viene intentaré ir otra vez tres veces por semana. A ver si consigo que la báscula marque 73 kilos, como antes del verano, y no los 77 que marca ahora (por lo menos no son los 80 del pasado mes de enero). Aunque ayer, mientras me zampaba tres donuts bombón de una sentada para merendar, pensé que sí, que estaría muy bien tener una tableta de chocolate en el abdomen y una cintura sin flotadores. Y sé que, si quisiera, podría conseguirlo. No es tan difícil estar una temporada comiendo pechugas de pollo a la plancha, ensaladas de lechuga y atún, pescado al horno, pasta fresca, fruta, queso fresco con membrillo, pan integral y té de colorines... Pero, de todas formas, si yo me veo bien en el espejo y las personas cuya opinión importa me ven mejor, ¿para qué esforzarme? ¿Van a pagarme más en el trabajo? ¿Voy a ser más feliz? Lo dudo, así que paso de preocuparme más de lo necesario sobre calorias, grasas saturadas, hidratos de carbono y proteínas. Aritos de cebolla, frapuccino... aaaah... salivo... (cara de Hommer).

Eso sí, me encantó la frase que dijo Vicky Martínez Berrocal en "Superpitingui 2007" cuando el dietista fue a ver a las chicas: "Siempre nos dicen que se puede comer de todo y eso es mentira". Pues claro que es mentira, ni aun añadiendo la famosa coletilla de "pero con moderación" deja de serlo. Ha sido la única perla de sabiduría que se ha escuchado en ese GRAN programa de imprescindible visionado. Aunque después de la partida de Raquel, la modelo imposible (ejemplo viviente de que tampoco son ciertas frases como "si quieres, puedes" o "si te esfuerzas, puedes conseguirlo". Por favor, señores educadores, sean realistas y no mientan a los niños. Que con un buen fotógrafo, una buena iluminación y un mejor photoshop cualquiera puede salir bien en una de cada cien fotos. Pero eso no te hace ser supermodelo), el programa ha perdido muchos enteros. Afortunadamente, siempre nos quedará Paula, la guapa niña de Valencia (aquí viene un chiste privado), poliglota, buena compañera, con una excelente dicción y un saber estar impecable... si prescindimos del pequeño detalle de que parece estar borracha las veinticuatro horas del dia... En fin, de momento, me quedo como favoritas con Jessica (aka "la modelo lesbi famélica que parece Paris Hilton"), Alba (aka "¿Esta no estuvo en Ot4 haciendo de Edurne?") e Isabel ("la que estuvo en NY con Custo Barcelona, ese señor que da tanto miedo, y que desfila por la pasarela cual grácil potranca").

Y no entro a hablar de GH9 (bautizado por Joserra como "la casa del doctor Menguele") porque entonces no paro...

De todas formas, no todo es telebasura en mi pantalla. Anoche vi tres episodios de la quinta temporada de "A dos metros bajo tierra". Y sí, lloré. ¿Cómo no llorar? Y aun me faltan los dos últimos...      

YO NO NACÍ EN EL MEDITERRÁNEO

YO NO NACÍ EN EL MEDITERRÁNEO

Yo no soy un chico de mar. Yo soy un chico de Navarra, de bosques verdes, montes altos y días de lluvia. Águilas, el pueblo de mi padre, en la frontera entre Murcía y Almería, siempre me ha parecido un lugar extraño, que no tiene nada que ver conmigo. Incluso mis familiares me resultan extraños, ciertamente incomprensibles en demasiadas ocasiones. Y creo que para ellos, mi hermano y yo también lo somos. No tenemos una entidad propia, sino que somos lo que queda de nuestro padre, una forma de recordarle y venerarle. Qué poderosos efectos provoca la muerte en las personas... incluso veintecinco años después. En Murcia, Miguel y yo seremos siempre "los nenes". Tenemos una identidad casi mítica.

Y esta atmósfera de extrañeza impregna a todo el pueblo. El paisaje es un secarral, el sol lo ciega todo, diminutos granos de arena flotan en el aire y se enredan en el pelo, la pintura en las paredes de las casas se resquebraja y se desprende... El único oasis es la glorieta del pueblo, con sus enormes ficus brasileños y sus ruidosos pero invisibles pájaros. En una esquina, la heladería Mys no ha cambiado nada desde hace décadas. Sentado en la terraza, bajo la sombra de los árboles, mirando la fachada blanca y descolorida de la iglesia, me siento como si estuviera en una vieja colonia española -o por lo menos como yo imagino una vieja colonia española-. Otras veces, cuando un grupo de adolescentes pasan en sus ruidosas motos, con la camisa desabrochada revoloteando al viento, y una chica agarrada a la cintura, me siento como un figurante de una película española de los sesenta, en blanco y negro. Y en otras ocasiones, cuando veo las viejas casas semiderruidas, las fincas abandonadas, los muros encalados y agrietados, las calles estrechas y serpenteantes, las palmeras y los cactos, me parece que Marruecos no debe de ser muy diferente.

Águilas no es un lugar divertido, no es un pueblo turístico del Mediterráneo (aunque intenta serlo), mi familia tiende a contar más historias de tristezas y pequeñas grandes rencillas que alegrías. Como dice Miguel, parece un pueblo surgido de la mente de David Lynch (quizás más de Buñuel, diría yo). Pero me doy cuenta de que también forma parte de mí, de que allí se encuentran parte de mis raíces y de mi historia. Y aunque no soy un chico de mar, y aunque sea un playa pequeña, solitaria, rodeada de peñas resecas, aunque las olas arrastren algas que se pegan al cuerpo y medusas que escuecen la piel como ortigas flotante y marrón, siento que, mucho más que cualquier otra del mundo, la playa de la Carolina es "mi playa", uno de mis lugares en el mundo.

EL VERANO QUE VI BALLENAS

EL VERANO QUE VI BALLENAS

Hay muchas cosas que recordaré de Seattle, como la imponente silueta del Monte Rainier en el horizonte, el color de la fruta en los puestos del Pike Place Market, los juegos infantiles en la Universal Fountain, el olor a polvo y humedad en la ruta guíada por los antiguos subterráneos de Seattle o haber descubierto donde está el centro del universo. Pero sobre todo, recordaré que el verano de 2007 vi ballenas.

En el océano Pacífico hace frío. Mucho frío, del que te atraviesa la piel y la carne y llega hasta los huesos. Pero las tres horas de travesía a través del mar tienen su recompensa cuando el barco afloja su marcha hasta casi detenerse. Todos los pasajeros fijan su mirada en el agua, expectantes, en completo silencio. Y de repente, lo ves. Un surtidor de agua pulverizada se eleva entre las olas, seguido por el lomo oscuro de una ballena gris que apararece, lenta y majestuosamente, durante unos segundos que tienen algo de mágico. No sabria explicar por qué, pero tampoco encuentro otra palabra para describirlo. No es el efecto hipnótico que produce contemplar el movimiento de los peces en un acuario, es algo distinto. Es un momento breve y sencillo en el que todo parece estar en su sitio, los mares, los continentes, el cielo, tú mismo.

Nadie volvió decepcionado del viaje.

Actualización: Y a continuación, podeis vislumbrar a las ballenas en movimiento. Mi primer video Youtube, chispas.

¡DESPIERTA!

¡DESPIERTA!

Un... dos... tres... Despierta YA!

Cuatro horas en el trabajo y septiembre lo ocupa todo. Despierta ya y despídete de agosto. Despídete de las mañanas tumbado al sol en el Pirineo, de las tardes en la piscina, de los paseos hasta el puente bajo las estrellas. Dile adios a quedarte en la cama hasta las doce y media, a devorar un jugoso solomillo a la hora de comer y unos deliciosos huevos fritos con patatas para cenar, y, por supuesto, adiós a los burritos de Taco del Mar y a las hamburguesas de Quincy´s. Mentalizate de que la Space Needle, el Pike Place Market y las ballenas atisbadas entre las olas del Oceano Pacífico son ya solo un recuerdo. No más aeropuertos, ni vuelos sobre el Atlántico, ni carreteras solitarias, ni caminos entre los bosques, ni cascadas y pozas de agua congelada, ni montañas tan altas que están nevadas en pleno agosto. No más partidas de continental, ni excursiones a la tienda de gominolas, ni sms a las tres de la mañana, ni sesiones de cine de verano. El verano del año 2007 ya es historia y no puedes hacer nada para cambiarlo.

Así que despierta y dile hola a los madrugones, a las ojeras, a las sabanas que se pegan, al despertador que no calla nunca, a los montones de ropa por lavar, a los montones de ropa por planchar, a los montones de ropa por doblar. Vuelve a saludar a las colas en el supermercado y no esperes encontrar en el buzón postales de lugares fantásticos sino facturas, facturas, facturas, propaganda y facturas. Bienvenidos sean de nuevo los andamios que invanden las aceras, las llamadas en el trabajo cuando quedan cinco minutos para salir, las conversaciones rutinarias con la camarera que te sirve todas las mañanas un café con leche que puede estar bueno o no, el metro abarrotado y el autobús que no llega. Sí, ya lo sé, no tienes ganas de despertar, pero, uno, dos tres...

Despierta también a las cenas con los amigos, a los conciertos en la Riviera, a las partidas de Singstar, Buzz y WiiTenis, a los sabados de marcha, a las noches en buena compañía, a los largos cafés con conversación, a las sesiones de cine en versión original, a las descargas de tensión en el gimnasio, a los planes que nunca se hacen realidad y a los que sí, a los paseos por la Latina un domingo por la mañana, al fresquito, a las escapadas de fin de semana a Pamplona, a los Frapuccinos de Chocolate, a las sorpresas inesperadas, los nuevos descubrimientos y los desafíos que trae el final del año... Despierta y recibe como se merece a este mes de septiembre que aun es futuro incierto, pero prometedor.

Y no te olvides de saludar a todos los lectores de este blog. ¡Hola amigos! Os he echado de menos.

COMING BACK!

COMING BACK! ...soon

RELAX, TAKE IT EASY

Hoy está todo el mundo más alegre, más sonriente, más feliz. Es el día antes de las vacaciones.

Mañana, por la tarde, Miguel y yo nos iremos en el Supermicra hasta los verdes valles pirenaicos. Como todos los años, serán diez días dedicados a tumbarse en la hierba bajo el sol; jugar largas partidas de continental cuando llueva; comer sopa, carne y huevos fritos con chistorra; dormir mucho; y hacer el propósito de subir un monte "algún día de estos". Diez días de tranquilidad absoluta, repitiendo la misma rutina aprendida durante los últimos treinta años. Cada verano en Isaba es idéntico a los anteriores, y a la vez, distinto.

Y después... Seattle! Diez días en la ciudad del grunge, de los Starbucks, de los grandes bosques, de la Space Needle... Regresaré cargado de fotos, ropa, harina para panqueques, regalitos y dos o tres kilos más... como poco.

Y aun quedarán unos días más de vacaciones para disfrutar con los amigos, con los de toda la vida y con los recientes. ¡Este verano promete!

Nos vemos en septiembre. El otoño de 2007  traerá nuevos desafíos, días de lluvia, cenas con los amigos, sesiones intensivas en el gimnasio, fiestas de cumpleaños, tormentas de SMS, largos cafés compartidos, noches en la pista de baile, escapadas de fin de semana, tardes solitarias y aburridas, atascos en la M30, cambios laborales, estrenos cinematográficos, alguna que otra gripe, sueños que se hacen realidad, nuevos propósitos de enmienda, ocasiones para quedarse callado, horas desperdiciadas, nuevos libros para leer y discos para escuchar, muchas risas, alguna que otra discusión, pocas lágrimas y muchas otras cosas que ni alcanzamos a imaginar.

Pero aun no. Ahora es tiempo de relax. And take it easy!

LE TOUR EST MORT! VIVE LE TOUR!

LE TOUR EST MORT! VIVE LE TOUR!

Ayer el evento deportivo más importante del verano, la gran fiesta del único deporte del que me considero auténtico seguidor, pasaba por mi pueblo y mi valle pirenaico, el lugar donde siempre he pasado mis vacaciones y donde se encuentran las raíces de mi familia materna.

Iba a ser un día histórico.

Y vaya si lo será, pero por motivos no deseados.

Los impresentables de ETA intentaron amargarnos la fiesta a media mañana. No lo consiguieron.

Pero a última hora del día, llegó el mazazo. El lider del Tour, Michael Rasmussen, era expulsado de la carrera por su propio equipo. Las sospechas de dopaje han podido con él. Esto, unido al positivo de Vinokurov y de Moreni en esta edición, más el hecho de que aun está pendiente saber quién ganó el Tour del año pasado, añadido al hecho de que la mitad o más del pelotón profesional parece estar involucrado en la Operación Puerto, sumado a los escándalos similares en las ediciones recientes de Vuelta y Giro, e incluyendo en el recuerdo los tristes finales de Pantani y Jiménez, me permiten decir "Au revoir, Tour. Merci pour tous ces grandes moments!"

Porque por mucho que intentemos olvidarlo, ahora, siempre que veamos a alguien volar sobre su bicicleta en una contrarreloj, o escalar rampas imposibles cabalgando sobre las dos ruedas a golpe de pierna, va a haber una sombra de sospecha sobre él. Esto ya no tiene remedio. Ni siquiera que el Tour lo vaya a ganar Alberto Contador me sirve de consuelo.

QUE VIVA MÉJICO

QUE VIVA MÉJICO

Anoche me fui con unas amigas y amigo del Foro de Daniel Z a cenar a un mejicano, llamado "La barriga llena" (aunque yo creía que se llamaba "la panza es primero"). Pensaba que nos pondríamos hasta arriba de tacos y burritos, pero no. Apenas pedimos unos nachos sin guacamole y unas quesadillas. Se puede decir que fue una "cena líquida" consistente en margaritas y daiquiris con sabor a fresa y a plátano. Las risas fueron tan estruendosas que una camarera nos ofreció cambiarnos a una mesa más discreta a cambio de unos chupitos de licor de canela. ¡Alcohol gratis! Por supuesto, aceptamos. Salimos del local cantando aquello de "...pero sigo siendo el reeeeey".

Después, por primera en mi vida, probé un chupito de tequila, con toda esa parafernalia del "primero, chupas la sal, después te bebes el chupito, y por último, muerdes el limón". ¿Mi opinión? No vale la pena el esfuerzo. Seguiré fiel al pacharán.

Últimamente estoy haciendo muchas cosas por primera vez en mi vida. O por primera vez en mi vida, me explican bien como hay que hacer las cosas. El lunes estuve en la piscina de un compañero del curro con varios amigos y me enteré de que, para evitar que al hacer una voltereta bajo el agua te entre líquido en la nariz, tienes que expulsar aire por la misma poco a poco. Nunca nadie me lo había dicho. Incluso estuve aprendiendo a tirarme de cabeza y, después de unas cuantas panzadas, empecé a perderle el miedo a dejarme caer al agua. Unas cuantas panzadas más y lo habré conseguido.

Por cierto, qué importante es perder el miedo a "tirarse a la piscina"...

MAÑANA ETERNA

MAÑANA ETERNA

Hoy se me está haciendo la mañana eterna. Me he traido una revista y la ojeo de vez en cuando, entre llamada y llamada y recado y recado.

Desde mi sitio controlo dos pasillos. En uno hay vida. El otro está desierto. Puertas idénticas, ventanales que no veo desde donde estoy, una línea de apliques que no iluminan a nadie. Aquí se desperdicia demasiada energía. Mi pasillo vacío plantea dos enigmas.

El primero: hace un año, una paloma se choco contra los cristales y murió. Durante estos últimos doce meses, he visto como el cadáver se iba descomponiendo poco a poco. Ahora sólo quedan los huesos y las plumas. Nadie se ha dignado recogerlo. No debe de ser competencia de ningún área de la casa. Sin embargo, el cuerpo se ha desplazado respecto a su posición inicial. ¿Será una paloma zombie?

El segundo: durante el último mes, cuando llego a trabajar, la puerta de uno de los despachos aparece abierta. Yo la cierro. A veces, cuando voy a tomar un café y vuelvo, la puerta está abierta otra vez. Es un despacho que tiene un olor distinto, como a sal marina. No sé si su ocupante le ha echado un ambientador especial. Pero, o bien se ha instalado un fantasma en mi planta para pasar el verano, o bien una de las señoras de la limpieza está empeñada en que el olor desaparezca y deja la puerta abierta para airearlo. ¿Cuál es la hipótesis más factible?

Ya me estoy imaginando las comidas familiares de este verano: "Sí, trabajo en un sitio donde hay palomas zombies y fantasmas que dejan la puerta abierta". Da para muchos chistes. 

PD: De repente, me he acordado de una cosa y me he preguntado: ¿estará en Youtube?

¡ESTÁ!

SUSHI

SUSHI

Fui a cenar al restaurante Robata. Nos tuvimos que sentar en la barra porque las mesas ya estaban todas reservadas. La decoración era de inspiración nipona, diáfana y agradable, en tonos negros. Nos atendieron muy bien. Como era la primera vez que iba, pedí un menú principiante, que te servían en una bandeja con platitos y cajas de madera de donde sacabas la comida, consistente en:

-Sopa de Miso. Muy caliente, con trozos de queso flotando. Ñam!

-Arroz blanco. Que es para los orientales como el pan a los occidentales. Con salsa de soja sabía a algo. Semiñam!

-Tempura variada. Fritura de Langostino y Merluza. Ñam!

-Yakitori. Pincho de pollo. ÑamÑam!

-Hijiki. Ensalada de algas finas, con pedacitos de pollo. Uncuartodeñam! De aspecto era más bien puaj!

-2 Niguri Sushi, de salmón y atún. En otras palabras, dos pedazos de salmón y atún ahumado sobre arroz blanco. ÑamÑamÑam!

-Medio Maki Sushi de pepino. El típico sushi, un cilindrito de alga que envuelve arroz y pepino. Ñam! Lo hubiera preferido de otra cosa que no fuera pepino.

-Sashimi variado. De salmón y atún también. ÑamÑamÑam!

Además, me lo comí todo con palillos. El truco está en cogerlos como si fueran un bolígrafo. No es tan difícil.

Eso sí, podrían advertir de que una masa de pasta que ponen en una esquina es Wasabi. Como buen novato, me abrasé la lengua con ella.

Lo único malo es el precio: 29 euros el menú, sin incluir la bebida y el postre. Pero los pagué a gusto. El restaurante era elegante, la comida estaba deliciosa y la compañía era inmejorable. ¿Quién necesita más?

EL BELLO VERANO

EL BELLO VERANO

Como cantaba Family, el verano es bello. Mi casa es calurosa, pero duermo en calzoncillos y no me importa. El cielo es de un azul intenso y en la calle, a veces, sopla un viento agradable. Como si fuera una brisa marina, pero sin mar. Ayer por la mañana, al salir del semivacío gimnasio, mientras íbamos a comer unos sandwiches en Rodilla, le comenté a Joserra lo bonito que es el verano en Madrid. Me miro como si estuviera loco.

Pero sí, a mí me gusta el verano madrileño. Me siento como si estuviera de vacaciones todos los días.

En verano todo parece más sencillo, más simple, más fácil, se sonríe más y se disfruta más de la vida. Voy a la piscina de Lago y parece el paraíso. Me tumbo bajo el sol, me río con mis amigos y observamos a la gente que nos rodea, actores porno incluidos. El mundo está lleno de actores porno y tetas siliconadas. También de personas que se bañan con calzoncillos. Como decía Mafalda, en la playa (o en la piscina), "nadie parece tener la culpa de nada".

Me han regalado dos discos. "Send away the tigers", de Manic Street Preachers (aunque ya no son tan buenos como fueron, siguen sonando épicos y dramáticos) e "Ilusión", de Edurne (en verano, todo es más sencillo, más simple, más fácil y se sonríe más). Y me he regalado un nuevo Singstar: la edición británica del Pop Hits, con temas como "I don´t feel like dancing" de Scissor Sisters; "You give me something", de James Morrison; "Beautiful day", de U2; "Don´t know why", de Norah Jones; "Sing", de Travis; "Baby one more time", de Britney Spears... Me muero de ganas de que el Amazonas lo traiga a mi buzón. Por cierto, el último Buzz, El MegaConcurso, es excelente: nuevos juegos, y animación brillante. Mucho mejor diseñado que la decepcionante edición sobre Deportes.

Hablando de deportes, ¡aupa Valverde!

Y este fin de semana, como no, promete. El sábado, por fin, voy a cenar a un japonés. ¡Qué ricos anisakis!

ME PICA EL PIE

ME PICA EL PIE

Me pica el pie. El derecho. No, el izquierdo. No, el derecho. Me pica el pie y no sé ni cual de los dos es. Me quito estas zapatillas que siempre se rompen por el mismo sitio, me arranco los calcetines y me miro las plantas de los pies. De cerca. Me dijeron que los pies son feos. Pero los míos me gustan. En realidad, me gusta la gente descalza. Aunque odio las sandalias. No entiendo a la gente que va por la ciudad como si caminara por un monasterio de frailes franciscanos. Claro, que tampoco entiendo a los chicos que van con pantalones piratas, aunque no sé por qué (y es verdad que no sé por qué), este verano no los veo con tan malos ojos. Incluso me compraría unos... aunque luego creo que no sería capaz de ponermelos. Soy un clásico. Me he imaginado a mí mismo con unos de estos pantalones piratas con los que enseñas medio calzoncillo (y cuando digo medio calzoncillo es medio calzoncillo, no la tirilla superior) y me he reído internamente. Me sentiría disfrazado. La próxima moda será llevar los pantalones por las rodillas... En su última visita a Madrid, mi madre me preguntó por qué tantos chicos iban por ahí enseñando el culo. "¿Es alguna forma de protesta? ¿Por rebeldía?". Yo me encogí de hombros. "Es moda. Les gusta", le respondí. Y pensé que fue a mediados de los noventa cuando empezo esta tendencia... Ya va para largo. ¿Cuando volverán a llevarse las camisas de franela de leñador canadiense? Yo conservo las mías en el armario. Y ahí siguen y seguirán.

Con tanto runrun en la cabeza, se me ha olvidado que me pica el pie. Pero ahora me vuelve a picar. El izquierdo. No, el derecho, seguro. Seguro que no, el izquierdo. Me levanto y doy cuatro vueltas a la mesa. Salto. No me duele. Pero me pica el pie. No pienses en ello. Qué fácil es decirlo. Vuelvo a ponerme estas zapatillas que siempre se rompen por el mismo sitio. Y que tan de moda están. Todo el mundo es un clásico. Todo vuelve. Menos los flecos. Ayer, en el telediario, pusieron un reportaje sobre el trigésimo aniversario de la música disco. Sí, claro, lo dice la Unesco. El 17 de julio de 1977 nació la música disco. Porque ellos lo valen. Me encantan los telediarios veraniegos. Medusas, protección solar, combatir la ola de calor, incendios y el monstruo del Lago Ness. Y picores de pie absurdos. No, de eso no hablan. En Navarra no gobierna nadie. Repetirán las elecciones hasta que alguien gane por mayoría absoluta. Que bonito. Menos mal que Navarra se gobierna sola.

No sé por qué, pero ya no me pica el pie.

Pero ahora me pica la mano. La derecha. No, la izquierda. No, seguro que es la de la derecha. La izquierda... La derecha... La del centro.

MY BIG MOUTH

MY BIG MOUTH

Hay veces en que me desconcierto a mí mismo. Es como si, de repente, me hubieran cambiado el guión y me hubieran escrito los chistes que no hacen gracia, las frases ingeniosas que nadie entiende o las ocurrencias menos ocurrentes. No sé que replicar, ni que comentar, ni que decir. En esos momentos, si yo fuera lo suficientemente inteligente, aprendería de Estibaliz y me quedaría callado cual empleada en casa de lenocinio (aka lupanar aka prostibulo aka burdel).

Pero no, no sé estar en silencio y eso empeora aun las cosas. Me fuerzo a hablar, en una búsqueda desesperada de la naturalidad y la espontaneidad perdidas. Y no las encuentro. Y llega el momento en que me empiezo a escuchar a mí mismo y me veo como un histrión, como si un mal actor estuviera desempeñado mi papel. No me gusta nada esa sensación. "Ya la has cagado", me digo a mí mismo. E incluso entonces hay veces en que no consigo callarme. Y luego me siento mal, y no me doy de cabezazos contra la pared porque soy tonto, pero no tanto.

Tengo que aprender a perderle el miedo al silencio. No al silencio cuando estoy solo, ese me suele tranquilizar. Pero sí al silencio compartido, a estar en silencio con otras personas. Me agobio mucho cuando nadie habla y necesito llenar el aire con palabras. Debería saber, a estas alturas, que las personas comparten muchas más formas de comunicarse que la verbal, y que las frases hechas y los comentarios intrascendentes no son comunicación. Pero me cuesta, y hay demasiadas veces que tengo la boca muy grande y los oidos muy pequeños. Tengo que hablar menos (o hablar mejor) y escuchar más. Lo conseguiré.

ORCHESTRAL MANOEUVRES IN THE DARK

Este fin de semana, Summercase! Mika me ha fallado... pero aun nos quedan OMD (jamás pensé que iba a ver a los señores del "Enola Gay", "Maid of Orleans" y "Souvenir" en directo. Espero que estén a la altura de su fama, no sean un bluff como New Order el año pasado y canten sus clásicos de siempre), The Sunday Drivers, Jarvis Cocker (o DJ Shadow, no lo tengo yo muy claro. A no ser que Mr. Cocker me asegure que va a cantar "Common People"), James, Kaiser Chiefs, The Scissor Sisters, The Gossip, LCD Soundsystem, 2manyDjs... Tendréis la crónica correspondiente el lunes que viene.

Por lo demás, la primera jornada intensiva primera semana de jornada intensiva se ha saldado con muy poca actividad laboral y no demasiada actividad no laboral. Algo de gimnasio, algo de rebajas (soy propietario de dos nuevas prendas de Energie. ¿Las necesitaba? No, lo que necesito son calcetines nuevos. ¿Las quería? SÍ!), algo de TV (he terminado de ver la cuarta temporada de "A dos metros bajo tierra", cuyo último episodio me sorprendió negativamente por la forma tan absurda, incoherente e innecesaria de cerrar una trama), algo de Jazztelia (ayer me vi "Easy Rider", muy interesante como documental de los 60, los hippies, las drogas, "Get you motor running... born to be wild", pero bastante aburrida como película), algo de DVD ("Amigos con dinero", cine independiente americano con Jennifer Aniston, Frances McDormand, Catherine Keener y Joan Cusack, no perdáis vuestro tiempo o dinero en alquilarla), algo de limpieza del hogar (pero no la suficiente)...

Espero poder estrenar la semana que viene la temporada de piscina. Al final, pasará otro verano más y yo seguiré pálido como un fantasma.

MONOTEMÁTICO

MONOTEMÁTICO

Lo reconozco. Últimamente estoy un poco monotemático.

No puedo evitarlo. A veces, hasta yo mismo me canso de ser monotemático...

Pero se me pasa en seguida. Este artículo lo demuestra.

Mañana hablaré de Horacio Quiroga.

 

INTENSIVO

INTENSIVO

Ayer comenzó, por fin, mi horario de verano. Me tocó empezar la jornada intensiva con un turno de tarde, cuatro horas bastante vacías de contenido. Hoy ya estoy de mañana. Seis horas también bastante vacías. Una de las cosas que menos me gustan de este trabajo es la poca capacidad de iniciativa que tengo. Siempre estoy a la espera de que pase algo... y hay ratos en los que no pasa nada. Supongo que, en realidad, muchos trabajos consisten en eso, en esperar. Esperar a que lleguen los clientes a la tienda, esperar a que haya un incendio que apagar, esperar a que llegue la inspiración, esperar a que suceda un hecho noticioso...

Quizás debería aprovechar mejor mis tiempos muertos.

Pero, por otra parte, perder el tiempo en trivialidades es uno de los grandes placeres de la vida.

Este es el momento en el que me pregunto si lo que escribo tiene algún sentido o si es del todo cierto. Porque también es cierto que me gusta hacer cosas e imaginar planes. Siempre tengo algo pendiente por hacer o algún proyecto en la cabeza. Otra cosa es que las vaya haciendo a mi ritmo... lento y pausado. Está claro que sé tomarme las cosas con mucha calma. Quizás demasiada. No tengo prisa. O no tengo sangre en las venas. Para algunas cosas, es un problema. Para otras, es una ventaja. No hay tantas cosas en la vida que sean realmente urgentes. Y cuando suceden, suelo reaccionar con velocidad.

Lo que tengo claro es que no soy un hombre de acción, tiendo más a la vida contemplativa. Me gusta observar y reflexionar. Eso me ayuda a disfrutar de cada momento... incluso de los que están vacíos de contenido. Al menos siempre estoy yo para hacerme compañía. Mi cabeza no se vacía nunca. Aunque esto no es garantía de nada... a veces la cabeza se llena de malos pensamientos, de comeduras de coco, de miedos, dudas y nervios. Esperar un sms que no llega se puede convertir en una refinada forma de torturarse. 

Pero últimamente, cada vez que me levanto de la cama, no dejo de sorprenderme de la suerte que tengo. Y sonrío. Y no hay miedo a los vacíos.

(Yo iba a hablar de Sanfermines, pero se me ha ido la olla...)

LA FIESTA ESTALLÓ

LA FIESTA ESTALLÓ

...At noon on Sunday the sixth of July the fiesta exploded. There is no other way to describe it.

(Ernest Hemingway, The sun also rises)

¡¡¡VIVA SAN FERMIN!!! ¡¡¡GORA SAN FERMIN!!!

A Pamplona que me voy, con una media, un calcetín y en buena compañía!