EN BUSCA DE LA FELICIDAD
Continuando mi propósito de aprovechar el Día del Espectador de los Ideal para ver películas interesantes, el lunes pasado le tocó el turno a "En busca de la felicidad". Aunque se me hizo un poco larga a ratos, me gustó. Supongo que es lo que en Estados Unidos entienden por cine social o realista. ¿Será por eso que contrataron a un director italiano para hacer el trabajo? Atención a algo a lo que nunca se presta atención, el nombre del guionista: Steve Conrad. Antes de esta película, firmó el guión de una de las mejores películas de 2005, "El hombre del tiempo", un título muy reivindicable. Aunque tiende a abusar de la voz en off, se le da más que bien retratar a personajes en encrucijadas personales.
Will Smith interpreta al comercial de un absurdo artefacto médico ahogado por las deudas económicas y un matrimonio que se va a pique. Decidido a luchar por su felicidad (el sueño americano, sin segundas lecturas: en la Declaración de la Independencia se dice que todo hombre persigue su felicidad), intenta entrar en el programa de formación de una importante empresa bursatil y convertirse en un broker. Pero antes tendrá que pasar por toda una serie de tragedias personales que le harán tocar fondo antes de... ¿Quién duda de que todo acabará bien? ¡Esto es Hollywood! Como comentábamos al salir del cine, si ésta fuera una película europea, seguro que alguien terminaba muerto, paralítico, estafado, violado... Vamos, que en el cine europeo, si no hay tragedia, no hay arte. Eso sí, es la típica película que si se ve en un día de estos sensibles, se empieza a llorar en el minuto 20 y ya no se para hasta los títulos de crédito. Y sí, recuerda bastante a "Kramer contra Kramer" (mi madre cuenta que sólo llora con dos películas: la de Dustin Hoffmann es una de ellas).
Otro motivo más para ver la película es que está rodada en San Francisco y, sin ser una sucesión de postales, se pueden reconocer algunos de los rincones más bonitos de la ciudad. Por lo demás, los detractores de Will Smith seguirán odiándole, a pesar de que hace un trabajo brillante, muy ajustado y contenido. Su hijo es el típico chaval que roba plano con los ojos cerrados, con la indiscutible virtud de no resultar cargante como otros niñatos cinematográficos (¿O es que alguien no deseó que los velociraptores descuartizaran a los insoportables niños de "Parque Jurásico"?). Y la que está impresionante es Thandie Newton, que hace bueno el tópico de que no hay papeles pequeños.
Por cierto, la película puede resultar ingenua para los currantes españoles... ¿O será cierto que en Estados Unidos los jefes son grandes profesionales que saben valorar a sus empleados? ¿Será cierto que la combinación "talento personal + esfuerzo + mucho trabajo = éxito laboral"? Olvidaos de lo que he dicho antes de que si "En busca de la felicidad" fuera europea, terminaría en tragedia. Sería una comedia bufa en la que Will Smith consigue el curro gracias a ser el cuñado del subjefe y asciende gracias a peloteos, puñaladas y lameculismos varios.
5 comentarios
ace76 -
Buf, yo no soportaba "El príncipe de Bel Air", los hubiera estrangulado a todos. Dos veces.
Joserra -
La verdad es que pensaba que no iba a poder verla porque me iba a imaginar todo el rato que estaba viendo al Príncipe de Bel Air pero no, lo hace muy bien.
Y sí, presenta una imagen idílica de los jefes y como si la consecución del sueño americano fuera relativamente sencilla
st -
st -
besossss
st -