DENTRO DE LA GARGANTA PROFUNDA
Ayer fui a ver "Inside Deep Throat", un documental sobre el rodaje, el estreno y la controversia creada por "Garganta Profunda", la película pornográfica más exitosa de la historia del cine. Estrenada en 1972 en las Salas X de la sórdida calle 42 del Nueva York de los setenta, la película se convirtió en un fenómeno de masas mientras que, simultáneamente, fue perseguida por el gobierno de Richard Nixon, incautando copias y procesando al actor protagonista. Todo ello causó un debate respecto a la libertad de expresión y a la revolución sexual que la sociedad llevaba experimentando desde los años sesenta.
El documental es interesante, pero no llega a la altura de "Capturing the Friedmans" o "The boy stays in the picture". Tengo la impresión de que los directores, temiendo que el documental quedara aburrido, le han dado un ritmo demasiado rápido al montaje, sin centrarse en un tema concreto. Al final, uno se lleva la impresión de que se dan demasiadas cosas por sabidas, como si todos los espectadores hubieran vivido aquella época, y sale de la sala con ganas de saber más sobre la industria del cine erótico de los setenta o sobre Linda Lovelace, cuya vida y personalidad parecen apasionantes (se convirtió en una estrella, después renegó del porno y pasó a ser una feminista militante para más tarde volver a posar en revistas eróticas a sus cincuenta años. Murió en un accidente de tráfico hace tres años. Como homenaje, la Filmoteca programó "Garganta Profunda"... ¡Porno en la Filmoteca! Y yo me lo perdí).
Hay cosas que cuenta la película que son sorprendentes. Una es la existencia de "documentales científicos" sobre la reproducción humana para recien casados y parejas para que aprendieran a... ejem, intimar. La otra es que el gobierno de Richard Nixon creo una comisión científica para investigar si la pronografía era mala, no en un sentido moral, sino para la salud. Sí, como si el porno fuera tabaco... Increíble pero cierto.
Curiosa época, la de los setenta.
El documental es interesante, pero no llega a la altura de "Capturing the Friedmans" o "The boy stays in the picture". Tengo la impresión de que los directores, temiendo que el documental quedara aburrido, le han dado un ritmo demasiado rápido al montaje, sin centrarse en un tema concreto. Al final, uno se lleva la impresión de que se dan demasiadas cosas por sabidas, como si todos los espectadores hubieran vivido aquella época, y sale de la sala con ganas de saber más sobre la industria del cine erótico de los setenta o sobre Linda Lovelace, cuya vida y personalidad parecen apasionantes (se convirtió en una estrella, después renegó del porno y pasó a ser una feminista militante para más tarde volver a posar en revistas eróticas a sus cincuenta años. Murió en un accidente de tráfico hace tres años. Como homenaje, la Filmoteca programó "Garganta Profunda"... ¡Porno en la Filmoteca! Y yo me lo perdí).
Hay cosas que cuenta la película que son sorprendentes. Una es la existencia de "documentales científicos" sobre la reproducción humana para recien casados y parejas para que aprendieran a... ejem, intimar. La otra es que el gobierno de Richard Nixon creo una comisión científica para investigar si la pronografía era mala, no en un sentido moral, sino para la salud. Sí, como si el porno fuera tabaco... Increíble pero cierto.
Curiosa época, la de los setenta.
4 comentarios
Jose -
ace76 -
Joserra -
Lucía -