LA CIUDAD DE LOS FAMOSOS
En Pamplona no hay famosos, y la presencia de cualquier actor de segunda fila o cantante con fecha de caducidad es noticia en los medios de comunicación del Viejo Reyno. Sin embargo, en Madrid, los famosos están en la calle, a la vista de todos, en cualquier momento y lugar.
Por ejemplo, ayer fui al gimnasio después de dos semanas de ausencia (aunque me pesé y sigo estando más cerca de los 74 que de los 75... yupi) y descubrí que, además del ya tradicional Javier Martín (Javi, lee, en el "Caiga quien caiga" original) y del estupendo Deca (por fin tengo alguien con quien hablar en el gimnasio), los chicos de D´Nash se están poniendo en forma para su Festival. En concreto, ya sabemos por qué Sevillano empieza a ponerse camisetas otra vez. Cuarenta minutos o así se debió de pasar en la bicicleta estática. Me imagino que, mientras tanto, Bizquito estaría en la Academia de Canto... Por mi gimnasio han pasado, entre otros, Santiago Segura, Jordi González, Idaira...
Pero es lo normal. Durante varias semanas, al salir de casa, solía cruzarme en la esquina de Canalejas con Juan Aguirre, el chico de Amaral, siempre serio y con gorro, como en las fotos. Debía de vivir por el barrio, como Karola, esta chica tan simpática de GH2. Por Canalejas me crucé una vez con Inma del Moral, y he de reconocer que me giré a mirarla. Años después, la vi con Pepón Nieto en el Diurno y me costó reconocerla, morena y famélica. En la terraza del café del Príncipe vi una tarde a un grupo de hooligans británicos... Ese mismo día, en la Cubierta de Leganés, descubrí que Liam Gallagher se había estado tomando una docena y media de cañas a veinte metros de mi casa.
En Madrid puedes ir al banco y ver a Julio Medem negociar un préstamo. O coger el metro y encontrarte en un vagón a un Antonio Hortelano con cara de que "al que diga la palabra Quimi, lo mato". O ver que Pablo Rivero también va a Barajas en la Línea 8. O ver a uno de los OBK salir de un Solmanía blanco y cadaverico el mismo día que dan un concierto en la Riviera. O salir del cine y ver como Fernando Trueba y Ernesto Alterio debaten sobre la película. O ir a hacer la compra al supermercado del Corte Inglés y coincidir en la cola con Tristán Ulloa, que come chocolate Valor como yo. O comentar "mira, esa parece la Infanta Elena" en la sección de libros y discos y comprobar que sí, que la Familia Real es real.
De todas formas, Joserra dice que uno no es madrileño hasta que no ha visto a Sara Montiel paseando con sus perritos por el Barrio de Salamanca. Yo la he visto, pero saliendo del Casino en la calle Alcalá, así que creo que aun no soy del todo de la capital.
11 comentarios
ace76 -
Corredero -
ace76 -
Corredero -
:-P
ace76 -
deca -
Lucía -
Viví muchos años cerca de la casa de la Montiel y jamás me crucé con ella y con su perro. Sí con la hija, jaja.
Soliloco -
Y si.. mucho famoso aqui.. y lo del gimnasio, si va le señora le puedes preguntar si le dolio mucho el reimplante?
P.D: El blog peta mucho ultimamente o es que me odia?
mce79 -
En Madrid hay más famosos que en Barcelona. Yo estoy coleccionando los personajes de Medico de Familia: ya tengo al abuelo y a Txetxu...
El otro dia vimos a Benito, de Yo soy Bea, comprando entradas en la FNAC XD
Joserra -
¿Ese gimnasio tiene tanto famoso? ummm... :))), ummmm, mmmm... jijijij.... mmmmmm...
ace76 -
¿O es una concesión a los que se quejan del tono metafísico de los últimos días?
Y por si Maggie pregunta lo de siempre, la respuesta es "no", jajajaja