GRANDES MARAVILLAS DE LA AMÉRICA PROFUNDA
Hay muchas maneras de pasar a la Historia. El señor Michael Carmichael, de Alexandria, Indiana, ha descubierto una de ellas.
El 1 de enero de 1977, junto con su hijo de tres años, cogió una pelota de beisbol y le dio una capa de pintura. Casi treinta años después, le ha aplicado cerca de veinte mil capas de distintos colores. La bola de pintura resultante ha entrado a formar parte del Libro Guiness de los Records y puede visitarse en un pabellón especial acondicionado en la propiedad de los Carmichael. El visitante que lo desee, incluso, puede aplicar una capa después de realizar una donación al museo. Desconozco si los propietarios del ovillo de cordel más grande del mundo están preocupados por este nuevo competidor en las carreteras estadounidenses.
¿Tiene moraleja esta historia? No lo sé, pero la cara de alegre satisfacción del señor Carmichael contrasta con la expresión de auténtica ama de casa desesperada de la señora Carmichael, quien parece acordarse de aquel otro chico que le invitó a ir al baile de graduación y que ahora es dueño de una empresa de tecnología informática en Silicon Valley.
8 comentarios
Antonia -
ace76 -
Maggie Wang Kenobi -
ace76 -
mce79 -
Jose -
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Joserra -