...Y ANAKIN SE VOLVIÓ MALO
Anoche no pude resistir más la incertidumbre y, harto de que por todas partes me fueran desvelando partes del argumento, me fui al cine a ver el Episodio III. A falta de Kinepolis, me fui al Cine Capitol que también tiene pantalla gigante, buen equipo de sonido y butacas incómodas.
Después de casi veinte minutos de anuncios, llegó el momento esperado:
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...
A continuación, la fanfarria compuesta por John Williams, el enorme rótulo de "Star Wars", y las arquetípicas letras que se pierden en la inmensidad del espacio. Y yo, he de reconocerlo, siento un escalofrio cada vez que veo ese inicio. Nunca he sido un freaky de "La Guerra de las Galaxias", ni colecciono muñequitos, ni guardo debajo de la cama una espada laser, ni he esculpido un Yoda en plastilina, pero, para mí, estas películas están por encima de toda valoración crítica. Y es que la saga galáctica produce dos efectos en el espectador: entusiasmo o incontrolable sopor. Porque, aunque parezca increible, hay gente que se duerme en el cine viendo estas películas!!!! A la horca con ellos!!!! ¿Cómo alguien puede permanecer impasible a, por ejemplo, la primera media hora de "El retorno del Jedi" y, por supuesto, a la primera media hora de "El imperio contrataca" (bueno, a la primera media hora y a las dos horas restantes, porque "El imperio contrataca" sigue siendo la mejor de la serie).
Sí, hay que reconocer que "La amenaza fantasma" y "El ataque de los clones" no me terminaron de convencer, pero está claro que George Lucas se reservaba la artillería para el final. Excelentemente dirigida, con muy buenas escenas de acción, pero también buenas escenas de introspección (me gustaron, por ejemplo, los montajes paralelos que relacionan a Anakin con Padmé: ambos mirando el atardecer, ambos en camillas muy diferentes...). Pero sobre todo, lo que diferencia a "La venganza de los Sith" de los dos primeros episodios es que está bien escrita, incluso tiene diálogos interesantes y el nivel de ñoñería entre Anakin y Padmé, aunque sigue ahí, ha descendido unos enteros. Vamos, que no me creo que George Lucas haya escrito el guión él solito (y sobre todo, después de haberle leido en alguna entrevista decir cosas como "escribir guiones no se me da bien"). Seguro que alguna pandilla de negro ha metido mano por ahí...
La única duda que me queda es si Hayden Christensen es tan mal actor como me parece, o si es que los dobladores se fueron de copas antes de rodar ciertas escenas...
Después de casi veinte minutos de anuncios, llegó el momento esperado:
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...
A continuación, la fanfarria compuesta por John Williams, el enorme rótulo de "Star Wars", y las arquetípicas letras que se pierden en la inmensidad del espacio. Y yo, he de reconocerlo, siento un escalofrio cada vez que veo ese inicio. Nunca he sido un freaky de "La Guerra de las Galaxias", ni colecciono muñequitos, ni guardo debajo de la cama una espada laser, ni he esculpido un Yoda en plastilina, pero, para mí, estas películas están por encima de toda valoración crítica. Y es que la saga galáctica produce dos efectos en el espectador: entusiasmo o incontrolable sopor. Porque, aunque parezca increible, hay gente que se duerme en el cine viendo estas películas!!!! A la horca con ellos!!!! ¿Cómo alguien puede permanecer impasible a, por ejemplo, la primera media hora de "El retorno del Jedi" y, por supuesto, a la primera media hora de "El imperio contrataca" (bueno, a la primera media hora y a las dos horas restantes, porque "El imperio contrataca" sigue siendo la mejor de la serie).
Sí, hay que reconocer que "La amenaza fantasma" y "El ataque de los clones" no me terminaron de convencer, pero está claro que George Lucas se reservaba la artillería para el final. Excelentemente dirigida, con muy buenas escenas de acción, pero también buenas escenas de introspección (me gustaron, por ejemplo, los montajes paralelos que relacionan a Anakin con Padmé: ambos mirando el atardecer, ambos en camillas muy diferentes...). Pero sobre todo, lo que diferencia a "La venganza de los Sith" de los dos primeros episodios es que está bien escrita, incluso tiene diálogos interesantes y el nivel de ñoñería entre Anakin y Padmé, aunque sigue ahí, ha descendido unos enteros. Vamos, que no me creo que George Lucas haya escrito el guión él solito (y sobre todo, después de haberle leido en alguna entrevista decir cosas como "escribir guiones no se me da bien"). Seguro que alguna pandilla de negro ha metido mano por ahí...
La única duda que me queda es si Hayden Christensen es tan mal actor como me parece, o si es que los dobladores se fueron de copas antes de rodar ciertas escenas...
8 comentarios
mce79 -
Jose -
ace76 -
Jotas... ¡a la horca! Jajaja...
Yo prefiero disfrazarme de Jedi, con sus albornoces de lana marrón y sus pijamas...
Joserra -
Susana -
Jose -
ace76 -
¿Darth Vader te pone la pila? Eres raro, Joserra, jajaja...
Darth Joserra -
A mi La guerra de las galaxias no sé, nunca he terminado de cogerle el punto, será que no me he puesto a ver la trilogía original en plan serio. De las dos primeras la segunda me pareció malilla, y además no aguanto al bicho ese del cuello largo.
Pero Darth Vader siempre me ha gustado, no sé, siempre me ha puesto la pila