NOCHE DE ESTRENO
Ayer por la tarde, después de quemar alguna caloría en el gimnasio y comprobar lo difícil que es quedar con las ranas adictas al trabajo (:-D), Esti me preguntó si quería ir al estreno de Savage Grace, una película de los productores de Casual Day protagonizada por Julianne Moore. Como había leido alguna reseña que decía que la película, aunque resultaba un tanto anticuada, era una propuesta interesante y arriesgada, dije que sí.
El cochambroso Palacio de la Música estaba repleto. Los focos habían atraído a decenas de curiosos y había un revoloteo caótico de cámaras y fotógrafos. La gente preguntaba en susurros si venía Julianne. Según ponía en la invitación, sí, iba a venir, junto con Belén Rueda y un feo Unax Ugalde. Haciéndonos sitio a codazos y con algún que otro empujón, terminamos sentándonos en un palco de la segunda planta.
Cuando acumulábamos ya cuarenta y cinco minutos de retraso, el ambiente se había cargado de cierta impaciencia y nerviosismo. Algunos de los que estaban sentados en el patio de butacas comenzaron a silbar y a patalear. Pero en cuanto entró ella, todos callaron. El público había venido a ver a una estrella de Hollywood, aunque fuera a cincuenta metros de distancia, y ya estaba satisfecho. Que la película que vimos después fuera bastante irregular, tuviera un final presuntamente escandaloso pero injustificado tal y como está contado y que el acento inglés de Belen Rueda fuera chaparrónico, resultaron ser unos pequeños detalles sin importancia. Era la noche de Julianne Moore, que, como es habitual en ella, daba todo un recital interpretativo. Y además, gratis.
La fiesta del estreno era en el Museo Chicote. Algunos se acercaban a saludar a Esti y yo no sabía si me sonaban por ser amigos suyos, personal de la productora o rostros televisivos. Mucho niño mono pero ninguno solo. Pude comprobar, de todas formas, que la persona a la que le salen más amigos es a quien tiene los cupones gratis para las copas. Todo el mundo se acerca a saludarla con una gran sonrisa para, a los dos minutos, decir algo así como "es que tengo a cinco amigos esperando en la barra y...". Yo acabé charlando con una antigua compañera de la ECAM a la que siempre encuentro en esos saraos. Pero antes pude comprobar que entre jovenes con fingida cara de poker, cincuentones repeinados que lo mismo podrían ser empresarios que proxenetas y mujeres que creían ir disfrazadas de damas elegantes (pero parecían primeras expulsadas de una edición de Gran Hermano), la más elegante y natural era Julianne. Por algo se les llama estrellas.
12 comentarios
MadRod -
Diego -
maggie wang -
En fin "mucho niño mono, pero ninguno solo" supongo el resto de niños monos pensarían lo mismo de ti, jurjur (tengo el día pelota ¿pasa algo?).
ace76 -
Cesar, no soy malo, sólo comento un hecho evidente: el acento inglés de Belen Rueda es como de Barakaldo o Talavera (por otra parte, ella interpreta a una española en el exilio, así que este acento es justificable hasta cierto punto).
Esti, paletismo evidente, pero muy lógico. La gente siempre aplaudirá más a quien más conoce.
sti -
C'esar -
Deca -
ace76 -
Ralz, las estrellas no se quedan a ver la película a no ser que les obliguen. Julianne llegó, saludó, nos dio las gracias por venir y supongo que se fue a cenar.
¿Cuántos Tornados hay? :-P
La mitomanía mola, aunque cuando uno ya ha visto a muchos famosos de todo pelaje, empieza a desaparecer. Eso sí, es la primera vez que veo en persona a una auténtica actriz de Jolibú.
Joserra -
Sí, lo siento, no puedo disimular mi mitomanía
tt -
Con los Tornados es más fácil quedar para el gym...
Lo sepas, MAMOUN!
Ralz -
hace unos años que fuí por primera vez y no vuelvo.. es triste e incomodo..
y digo yo, Sentaron a Julianne en los mismos asientos cutres que al resto o las estrellas tienen asientos Vip con espacio para estilar los pies y eso..
mce79 -
Pues que sepas que fue la mejor tortilla que he hecho nunca! Incluso hemos marcado la fecha en el calendario...