LA MALDICIÓN DE LOMONACO II

Hace un rato he entrado a mi cuenta de Caja Madrid via Internet... ¿Qué me encuentro? ¡Que me han cobrado los otros dos billetes! ¡Otra vez! Mi descubierto es ya de 2000 Euros... ¿Alguien me está robando?

En fin, ¿a qué es bonita mi lámpara de lava?

9 comentarios

[ace76 - 23 de febrero de 2005 - 14:03]

Ya tienes el nuevo episodio de mis desventuras... ¡esto va para largo!

[Manué - 23 de febrero de 2005 - 13:41]

¡Ánimo Antoine!, ¡puedes llegaaaaaaaaaaaaaaar lejo-o-os! (como decía aquella canción.
Yo creo que va a ser que te han visto cara Calcutoide y se han dicho, éste que debe ser rico va a pagar más billetes

[mce79 - 23 de febrero de 2005 - 13:30]

Pero cuentate que ha pasado en Barajas, ¿no?

[ace76 - 23 de febrero de 2005 - 13:05]

Mi lámpara de lava mola... y la cámara digital con la que he sacado la foto también.

Miguel, no hay seis billetes (ojalá). Sólo hay tres... pero pagados dos veces.

[Maggie Wang Kenobi - 23 de febrero de 2005 - 11:51]

Po eso, reclama, reclama... ¿lo pagaste con tarjeta? Que si es simplemente pagado por la cuenta, po es mucho más sencillo devolver el recibo y punto. Hale, suerte, igual llegas a los 6.000 de descubierto

[esti - 23 de febrero de 2005 - 10:20]

yo te ayudaré antoine, si no te hacen caso, que los dos sabemos que puedo dar muuucho miedo cuando se cometen injusticias. Y eso de argumentar se me da bastante bien, oralmente hablando.

[Joserra - 23 de febrero de 2005 - 09:51]

A miiiii, a miiiii, jeje...

[mce79 - 23 de febrero de 2005 - 08:27]

Es que tu lampara de lava te la regaló alguien con muy buen gusto para las lamparas de lava...

¿Asi que ya tenemos seis billetes? ¿A quien invitamos? ¿A los fantasmas del Windsor?

[Joserra - 23 de febrero de 2005 - 00:57]

Pues hombre, no sé, pero suena a las típicas compras hechas tras un timo de esos de copiarte la tarjeta de crédito pero sería mucha casualidad que los ladrones compraran los mismos billetes que tu acabas de comprar. Vamos, que ya puedes ir llamando a Caja Madrid y poniendo tu tono indignado pero elevado a la máxima potencia, a ver si te hacen caso y ponen en orden tus cuentas.

Y sí, ciertamente, tu lámpara de lava es preciosa.