CAPTURING THE FRIEDMANS
Ayer por la tarde vi, en DVD, "Capturing the Friedmans", un documental que no tiene nada que ver con los de Michael Moore.
Los Friedman eran una familia feliz, de clase alta, respetada por su comunidad... hasta que la policía descubre que el padre de familia, el señor Arnold Friedman, profesor y músico, coleccionaba revistas de pornografía infantil en su casa. La investigación de este hecho lleva a las autoridades a acusar al señor Friedman y al menor de sus tres hijos, Jesse (que tenía 19 años en aquel momento), de haber abusado sexualmente de los niños que iban a las clases de informática que Arnold Friedman, ayudado por Jesse, impartió durante años en su propia casa. "Capturing the Friedmans" retrata como dicha acusación afectó a la vida de una familia a la que nadie definiría como "convencional".
Dos cosas llaman la atención del documental. La primera es la utilización de los videos y peliculas familiares que los Friedman grabaron durante décadas, documentando su propia vida para la posteridad, incluyendo feroces discusiones entre la señora Friedman y sus tres hijos. La segunda, y la más llamativa, es que el documental no llega a desvelar si las acusaciones fueron ciertas o no. Por una parte, se aportan datos que apuntan a una cierta histeria por parte de las autoridades, así como a la inverosimilitud de los cargos o las técnicas poco apropiadas que se emplearon a la hora de interrogar a los niños. Pero, por otra parte, queda claro que Arnold Friedman era un pedófilo con unas inclinaciones sexuales que le atormentaron toda su vida. El caso es que la verdad nunca se llega a saber, o se cree a unos o se cree a otros. O quizás no haya que creer a nadie.
Me gustó mucho la película porque, además de estar rodada con elegancia y sobriedad (sin caer en el sensacionalismo fácil de un sórdida historia), me hizo pensar en muchas cosas. ¿Puede una madre no querer a sus hijos? ¿Pueden unos hijos no querer a su madre? ¿Puede un hombre ser un pervetido pedófilo y a la vez ser un padre maravilloso? ¿Puede ser que la verdad de los hechos dependa más de quien los contempla que de los hechos en sí mismos? Sin embargo, lo que más me hizo pensar es que, quizás, los Friedman no sean tan diferente a cualquiera de nuestras familias. ¿Qué se entiende por "una familia normal"? ¿No guardamos todos cadáveres en el armario, secretos inconfesables, pensamientos que mantenemos siempre en nuestra propia intimidad? Vistas nuestras familias desde una determinada perspectiva, ¿no seremos todos unos seres extraños y peculiares?
Los Friedman eran una familia feliz, de clase alta, respetada por su comunidad... hasta que la policía descubre que el padre de familia, el señor Arnold Friedman, profesor y músico, coleccionaba revistas de pornografía infantil en su casa. La investigación de este hecho lleva a las autoridades a acusar al señor Friedman y al menor de sus tres hijos, Jesse (que tenía 19 años en aquel momento), de haber abusado sexualmente de los niños que iban a las clases de informática que Arnold Friedman, ayudado por Jesse, impartió durante años en su propia casa. "Capturing the Friedmans" retrata como dicha acusación afectó a la vida de una familia a la que nadie definiría como "convencional".
Dos cosas llaman la atención del documental. La primera es la utilización de los videos y peliculas familiares que los Friedman grabaron durante décadas, documentando su propia vida para la posteridad, incluyendo feroces discusiones entre la señora Friedman y sus tres hijos. La segunda, y la más llamativa, es que el documental no llega a desvelar si las acusaciones fueron ciertas o no. Por una parte, se aportan datos que apuntan a una cierta histeria por parte de las autoridades, así como a la inverosimilitud de los cargos o las técnicas poco apropiadas que se emplearon a la hora de interrogar a los niños. Pero, por otra parte, queda claro que Arnold Friedman era un pedófilo con unas inclinaciones sexuales que le atormentaron toda su vida. El caso es que la verdad nunca se llega a saber, o se cree a unos o se cree a otros. O quizás no haya que creer a nadie.
Me gustó mucho la película porque, además de estar rodada con elegancia y sobriedad (sin caer en el sensacionalismo fácil de un sórdida historia), me hizo pensar en muchas cosas. ¿Puede una madre no querer a sus hijos? ¿Pueden unos hijos no querer a su madre? ¿Puede un hombre ser un pervetido pedófilo y a la vez ser un padre maravilloso? ¿Puede ser que la verdad de los hechos dependa más de quien los contempla que de los hechos en sí mismos? Sin embargo, lo que más me hizo pensar es que, quizás, los Friedman no sean tan diferente a cualquiera de nuestras familias. ¿Qué se entiende por "una familia normal"? ¿No guardamos todos cadáveres en el armario, secretos inconfesables, pensamientos que mantenemos siempre en nuestra propia intimidad? Vistas nuestras familias desde una determinada perspectiva, ¿no seremos todos unos seres extraños y peculiares?
21 comentarios
ace76 -
Gracias, Locus. Nos vemos this week.
Volviendo al tema de la realidad, he de decir que el planteamiento de que la realidad sólo existe en cuanto percibida no me termina de convencer, ya que es demasiado antropocéntrico. Cuando no existían seres humanos (ni siquiera vida), el Universo sí existía. Otra cosa es que el conocimiento humano sea imperfecto.
LOCUSTA -
Locusta -
Maggie Wang Kenobi -
Inakov -
Joserra -
Me ha despertado curiosidad ese documental, a ver si lo veo.
dee -
Maggie Wang Estresada -
dee -
Maggie Wang Kenobi -
Y no, no es una disputa entre razón y fe, te equivocas de plano. Pero de cualquier forma, el pensar que haya una verdad única no implica que se sea intolerante. Y el entender que haya multitud de "verdades" también puede derivar en intolerancia.
Y, por si no me has leído bien, nunca he dicho que no exista "la realidad", lo que discuto es que seamos capaces de percibirlo de forma unívoca e inequívoca.
Anónimo -
dee -
Por otra parte, ace, yo también creo que hay una verdad, pero es la batalla de siempre entre razón y fe: el creer en una verdad única te hace intolerante a los ojos de los demás, porque lo que se lleva es pensar que todas las "verdades indiciduales" son igualmente válidas y discutibles... Es una cuestión difícil en estos tiempos. ¿Qué opináis?
Er Manué -
:-P
Y si, sois los dos mu listos, y sabéis mucho.
Maggie Wang Quenoqueno -
En fin, que no, que existe una realidad en cuanto percibida.
Y Hume mola cantidá. Y Platón quedo ssssuperssssuperado con Kant...Pero, bueno, cada cual que viva SU realidad como le plazca, :-PPP
ace76 -
Vamos, que, si de repente, dejara de haber seres humanos y no hubiera ninguna conciencia para aprehender el universo, este seguría existiendo de una manera unívoca.
Hume no me gustaba nada como filósofo, aunque, bueno, tenía razón en su empirismo. Yo es que soy más de Platón, jejeje.
Bueno, y en los blogs se puede hablar de todo, sobre todo si uno es raro.
Maggie Wang Kenobi -
Maggie Wang Kenobi -
La realidad social, como digo, es más compleja aún porque no sólo depende de lo que tú, desde tus prejuicios, aprehendas de ella, sino que además esta misma realidad puede mutar debido a esas mismas opiniones... Blablabla. No creo que sea tema pa explicar en un comentario de un blós, ciertamente.
Pero vamos, básicamente, la "verdad" no existe, existe "tu" verdá, que a su vez, varía. Esto es que existen "tus interpretaciones mutables y adaptables de la realidad". O algo asínnn
ace76 -
Hombre, y sobre esas cosas ya había reflexionado antes.
Así pues, ¿he de llegar a la conclusión de que la verdad no existe o de que la verdad no puede ser conocida?
Maggie Anarquista Epistemológica -
Lecturas complementarias: Todo empezando por Occam (bueno, se escribe de muchas formas) el Círculo de Viena, Einstein, Popper, Kuhn y terminando en otros muchos.
Hele, ya tienes deberes que te ocuparán tol 2005
Maggie Te quiere Ayudar -
Hombre, a la primera la respuesta es no, que me he repasado el plan de estudios y nada.
A la segunda la respuesta es "va a ser que sí", aunque creo que en Brasil hay cantidá de brasileños, la verdá.
Maggie Wang Kenobi -
Sobre la "realidad", bueno, ya lo han dicho muchos antes: todo depende del cristal desde donde se mira. Chico, si ni siquiera las matemáticas son una ciencia exacta, ya me dirás la realidad social, nen.