EN TRANCE
He tenido que hacer unas setecientas cincuenta fotocopias por las dos caras. Simplemente hay que programar la máquina e ir introduciendo montoncitos de folios. Pero hay que estar controlando que no haya atascos, ni errores. Total, que he estado casi media hora viendo funcionar a la máquina. Y he descubierto que el ritmo machacón y repetitivo con el que la fotocopiadora va haciendo su trabajo es hipnótico. Casi, casi, me he retrotraido a los tiempos universitarios, algo que me pasa en ocasiones cuando camino por los pasillos del Congreso. El olor a madera vieja, la suavidad de las alfombras, la decoración un tanto rancia, el calorcillo de los folios recién fotocopiadas... son sensaciones que me recuerdan a mis paseos por el magno edificio central, las frías mañanas de invierno en la biblioteca, las sobremesas en el Faustino. Y me he dado cuenta de que hace ya más de diez años que comencé mis estudios de Audiovisual. A veces, me parece que fue ayer cuando me licencie, pero en otras me doy cuenta de que 1994 queda ya muy atrás...
Y mientras se hacían fotocopias y fotocopias, he recordado otros momentos y sensaciones de aquella época. Recuerdo perfectamente la sensación de calor acogedor tras haber atravesado caminando el campus de la Universidad a primera hora de la mañana, cuando el frío de Pamplona te atraviesa la cara como si tuviera miles de pequeñas agujas... Un día se congeló la superficie de la cuesta que bajaba hasta la facultad y vi decenas de resbalones. Esa misma cuesta se llenaba de caracoles después de un chaparrón. Y fue escenario de emboscadas y batallas el día que la nieve colapsó Pamplona.
Fueron unos años felices. Supongo que se mezclaron muchas cosas: hacer nuevos amigos, madurar y conocerme mejor, estudiar una carrera que me gustaba mucho (donde incluso las asignaturas más plomizas tenían algún punto de interés: una de las cosas que más me gustan de este mundo es aprender algo nuevo, saber pensar y entender... Me gusta tanto como odio hacer exámenes. Algún día alguien comprenderá que aprender y estudiar son cosas muy diferentes), y sobre todo, la sensación de que el futuro me pertenecía, que aun estaba todo por escribir.
Cuando he terminado de hacer todas las fotocopias, he vuelto al mundo presente, a este año 2004 que está a punto de acabarse y en el que mi vida ha dado unos cuantos giros. Diría yo que ha sido un año de cambios importantes, he cerrado algunas etapas y comienzo otras nuevas... Sí, quizás, el futuro aun me pertenezca. Todavía me quedan muchas páginas por escribir. Y lo mejor de todo es que soy más sabio y menos ingenuo que en 1994.
Se nota que el año 2005 se acerca...
Y mientras se hacían fotocopias y fotocopias, he recordado otros momentos y sensaciones de aquella época. Recuerdo perfectamente la sensación de calor acogedor tras haber atravesado caminando el campus de la Universidad a primera hora de la mañana, cuando el frío de Pamplona te atraviesa la cara como si tuviera miles de pequeñas agujas... Un día se congeló la superficie de la cuesta que bajaba hasta la facultad y vi decenas de resbalones. Esa misma cuesta se llenaba de caracoles después de un chaparrón. Y fue escenario de emboscadas y batallas el día que la nieve colapsó Pamplona.
Fueron unos años felices. Supongo que se mezclaron muchas cosas: hacer nuevos amigos, madurar y conocerme mejor, estudiar una carrera que me gustaba mucho (donde incluso las asignaturas más plomizas tenían algún punto de interés: una de las cosas que más me gustan de este mundo es aprender algo nuevo, saber pensar y entender... Me gusta tanto como odio hacer exámenes. Algún día alguien comprenderá que aprender y estudiar son cosas muy diferentes), y sobre todo, la sensación de que el futuro me pertenecía, que aun estaba todo por escribir.
Cuando he terminado de hacer todas las fotocopias, he vuelto al mundo presente, a este año 2004 que está a punto de acabarse y en el que mi vida ha dado unos cuantos giros. Diría yo que ha sido un año de cambios importantes, he cerrado algunas etapas y comienzo otras nuevas... Sí, quizás, el futuro aun me pertenezca. Todavía me quedan muchas páginas por escribir. Y lo mejor de todo es que soy más sabio y menos ingenuo que en 1994.
Se nota que el año 2005 se acerca...
9 comentarios
Jonathan -
¿A que sorprende cuando te encuentras comentarios en articulos enterrados?
Joe, es que entre el aburrimiento y el nerviosismo estoy que no estoy en mi...
ace76 -
Joserra, joe... "estos últimos años", tampoco ha pasado tanto tiempo...
Jajaja, Maggie, prefiero el papel de burbujas de verdad. En Transvision siempre tenía plástico de ese en el cajón.
Han echado a Jonathan, JAJAJA...
Maggie Wang Kenobi -
Joserra -
Y sí, la franja vital 94-98 fue maravillosa (si no nos engaña la perspectiva)
Anauel -
Yo no creo en eso de "cualquier tiempo pasado fue mejor". Estoy seguro que, a lo largo de cualquier año, siempre hay momentos que recordarás con nostalgia.
ace76 -
Y sí, la nostalgia universitaria me invade más de una vez... Es que fueron muy buenos años.
Joserra -
Y ya en diciembre, haciendo balance de mi 2004, pues no sé, como 2003, 2002... sosón sosón, un año tontete
horror_bcn -
Juan -