BANANAS
Aunque gracias a la Concejala Botella, las frutas de moda sean las manzanas y las peras, el panorama electoral estadounidense hace pensar, más bien, en una república bananera. Lo que, personalmente, más me sorprende no es el hecho de que se abran los colegios electorales días antes de la fecha establecida, que junto con la elección del presidente se voten absurdos refrendos o que el proceso se retrase porque haya que contar los votos ¡manualmente! (ejem, ¿no se hace así en España y los resultados se obtienen esa misma noche). Lo que me sorprende es que el ciudadano de a pie no proteste, ni se plante frente a las autoridades. No sólo hay que soportar una campaña electoral que dura meses y meses, sino que hay muchas probabilidades de que tu voto no sirva absolutamente para nada. Tal y como es el sistema estadounidense de colegios electorales, es como si en España todos los diputados que representen a una provincia fueran del partido más votado en ella... Evidentemente, eso no hace más que consagrar el sistema bipartidista, adiós a las minorías.
(La analogía no es correcta porque en España la división entre poder ejecutivo y legislativo no es tan marcada como en Estados Unidos... y la verdad, ahora mismo no sé cómo eligen a los representantes del Congreso en USA, aunque, por otra parte, parece que el poder está, prácticamente, en manos del presidente...).
De todas formas, está claro que Estados Unidos es un curioso país. No me imagino a Zapatero (ni a Aznar tampoco) incluyendo esas referencias claramente religiosas (Dios por aquí, Dios por allá) que Bush Jr. incluye en sus discursos. ¿No hay ateos en Estados Unidos? Por otra parte, diez Estados han rechazado la posibilidad de que se celebren matrimonios entre personas del mismo sexo. Me pregunto si, en España, si se formularan ese tipo de cuestiones, pasaría lo mismo... Aunque, por otra parte, sí que se han aprobado los experimentos con células madres. En fin, lo que está claro es que no es lo mismo ser un ciudadano de California, Nueva York o Chicago que un habitante del Profundo Sur de Estados Unidos... Sweet Home Alabama.
La verdad es que, entre Kerry o Bush, me quedo con Clinton... para el que su mayor problema fue un pequeño asunto con una becaria rechoncha. Ah, pero es que aquellos eran los maravillosos años noventa... Si, como parece ser, Kerry no es elegido presidente, ¿se presentará Hillary a las elecciones del 2008?
(La analogía no es correcta porque en España la división entre poder ejecutivo y legislativo no es tan marcada como en Estados Unidos... y la verdad, ahora mismo no sé cómo eligen a los representantes del Congreso en USA, aunque, por otra parte, parece que el poder está, prácticamente, en manos del presidente...).
De todas formas, está claro que Estados Unidos es un curioso país. No me imagino a Zapatero (ni a Aznar tampoco) incluyendo esas referencias claramente religiosas (Dios por aquí, Dios por allá) que Bush Jr. incluye en sus discursos. ¿No hay ateos en Estados Unidos? Por otra parte, diez Estados han rechazado la posibilidad de que se celebren matrimonios entre personas del mismo sexo. Me pregunto si, en España, si se formularan ese tipo de cuestiones, pasaría lo mismo... Aunque, por otra parte, sí que se han aprobado los experimentos con células madres. En fin, lo que está claro es que no es lo mismo ser un ciudadano de California, Nueva York o Chicago que un habitante del Profundo Sur de Estados Unidos... Sweet Home Alabama.
La verdad es que, entre Kerry o Bush, me quedo con Clinton... para el que su mayor problema fue un pequeño asunto con una becaria rechoncha. Ah, pero es que aquellos eran los maravillosos años noventa... Si, como parece ser, Kerry no es elegido presidente, ¿se presentará Hillary a las elecciones del 2008?
4 comentarios
ace76 -
Pero una cosa es lo que se hace en el Congreso (que hacemos cosas prácticas, como plantas potabilizadoras en Formentera), y otra la información política que se publica en la prensa sectaria de este país: descalificaciones, blablabla... polémicas, blablabla..., absurdeces, blablabla...
Miguel -
ace76 -
A mí me aburre la política nacional, pero la política internacional sí que me gusta...
Joserra -