VIVIENDO EN LA ERA KITSH
Este sábado convencí a Anauel para que me llevara en coche a un nuevo centro comercial que han abierto en San Sebastián de los Reyes. Allí hay un polígono industrial donde, poco a poco, han ido surgiendo tiendas y más tiendas. No sé cuál fue el proceso pero ya hay ahí un Ikea, un MediaMarkt, un Decathlon, un Boulanger, un Menaje del Hogar... y ahora Plaza Norte 2, un centro comercial que anuncian como "El Titanic de los centros comerciales". En comparación, La Morea, el Centro Comercial de Pamplona, es una tienda de ultramarinos.
La carretera estaba colapsada, media hora para llegar hasta el parking, colas kilométricas... Todo para ver un Centro Comercial que es todo un monumento al absurdo y al disparate estético. Una inmensa cupula preside el centro del complejo, cubierto por suelos de marmol. A cada poco metros se alza un obelisco o un gigantesco macetero sobre una no menos gigantesca peana. Escaleras de marmol, molduras con motivos vegetales... Todo en unos brillantes colores pastel que van del salmón al azul claro. Cuando caminaba por él, pensaba que ningún arquitecto o diseñador puede haber hecho algo tan delirantemente grotesco en serio. Todo parecía una gigantesca broma manierista, un sacar de quicio las características de un palacio clásico o renacentista para crear un entorno irreal. De lo horrendo que es, de su desmesura, resulta hasta interesante pasear por él. Desierto, sin gente, podría resultar un buen decorado para una película de un Tim Burton pasado de vueltas... ¿O de un Ed Wood?
A todo esto, si queréis ver fotos del Centro, pulsad aquí.
La carretera estaba colapsada, media hora para llegar hasta el parking, colas kilométricas... Todo para ver un Centro Comercial que es todo un monumento al absurdo y al disparate estético. Una inmensa cupula preside el centro del complejo, cubierto por suelos de marmol. A cada poco metros se alza un obelisco o un gigantesco macetero sobre una no menos gigantesca peana. Escaleras de marmol, molduras con motivos vegetales... Todo en unos brillantes colores pastel que van del salmón al azul claro. Cuando caminaba por él, pensaba que ningún arquitecto o diseñador puede haber hecho algo tan delirantemente grotesco en serio. Todo parecía una gigantesca broma manierista, un sacar de quicio las características de un palacio clásico o renacentista para crear un entorno irreal. De lo horrendo que es, de su desmesura, resulta hasta interesante pasear por él. Desierto, sin gente, podría resultar un buen decorado para una película de un Tim Burton pasado de vueltas... ¿O de un Ed Wood?
A todo esto, si queréis ver fotos del Centro, pulsad aquí.
16 comentarios
Ángela -
Gracias, intentaré encontrar el CD
Miguel -
ace76 -
Miguel -
ace76 -
Miguel -
esti -
ace76 -
Y los Centros Comerciales son las catedrales de nuestro tiempo. A mí me gusta pasear por ellos, pero cuando están llenos, me agobio.
Joserra -
Ángela -
Odio el consumismo al que nos compele cada día más esta Sociedad. Me gusta comprar las cosas que me gustan, pero ya no soporto ir de tiendas porque sí, y menos perder el tiempo en visitar un centro comercial nuevo. No sé en qué nos están convirtiendo...
Anauel -
Es feo, pero feo, eh?
Os recomiendo a todos/as que vayais a verlo, aunque solo sea por curiosidad.
ace76 -
Manué -
Inakov -
Por cierto, ¿Unzu no se puede considerar Centro Comercial? Es coña.
Joserra -
ace76 -
Y en el Pull&Bear encontré un jersey que llevaba tiempo buscando...