YA ES OTOÑO EN EL BLOG DE ANTOÑO
(Sí, es un título estúpido, ya lo sé)
Hoy a las once de la mañana entraba el Otoño en nuestras vidas... En las del hemisferio norte, porque en el Sur comienza la Primavera y celebrarán la Navidad en bañador. Que mundo tan curioso éste. Dicen que el agua del grifo discurre hacia la otra dirección en Argentina, pero he leido por ahí que no, que es una leyenda urbana. Pero a este paso todo va a ser una leyenda urbana.
(Ya saben, para leyendas urbanas les recomiendo el siguiente Link. Y sí, lo siento, está en inglés. Menos este blog y los que figuran allí, a la izquierda de la pantalla, casi todo lo divertido de Internet está en inglés)
A lo que iba, que ya es otoño. Los días se hacen más cortos, anochece antes, comienza a hacer frío, hay que sacar los jerseys del armario, los pájaros emigran a lugares más cálidos, se hace la vendimia... todas estas cosas que aprendimos en primero de EGB. A mí me gusta el otoño, todo se tiñe con una melancolía nostálgica que me parece realmente hermosa. Sobre todo, si estás en un valle pirenaico navarro, con las montañas cubiertas por jirones de niebla y ese olor a humedad que desprende la tierra... El otoño tiene sabor a comienzo, a promesas pendientes, a futuro. Mi madre, eminente bióloga y sabia mujer (a veces, jejeje), dice que no, que aunque el otoño no es una estación tan vistosa como la primavera, es entonces cuando la Naturaleza se muestra más generosa, porque es cuando todo da fruto.
En fin, por lo que sea, me gusta el Otoño.
Hoy a las once de la mañana entraba el Otoño en nuestras vidas... En las del hemisferio norte, porque en el Sur comienza la Primavera y celebrarán la Navidad en bañador. Que mundo tan curioso éste. Dicen que el agua del grifo discurre hacia la otra dirección en Argentina, pero he leido por ahí que no, que es una leyenda urbana. Pero a este paso todo va a ser una leyenda urbana.
(Ya saben, para leyendas urbanas les recomiendo el siguiente Link. Y sí, lo siento, está en inglés. Menos este blog y los que figuran allí, a la izquierda de la pantalla, casi todo lo divertido de Internet está en inglés)
A lo que iba, que ya es otoño. Los días se hacen más cortos, anochece antes, comienza a hacer frío, hay que sacar los jerseys del armario, los pájaros emigran a lugares más cálidos, se hace la vendimia... todas estas cosas que aprendimos en primero de EGB. A mí me gusta el otoño, todo se tiñe con una melancolía nostálgica que me parece realmente hermosa. Sobre todo, si estás en un valle pirenaico navarro, con las montañas cubiertas por jirones de niebla y ese olor a humedad que desprende la tierra... El otoño tiene sabor a comienzo, a promesas pendientes, a futuro. Mi madre, eminente bióloga y sabia mujer (a veces, jejeje), dice que no, que aunque el otoño no es una estación tan vistosa como la primavera, es entonces cuando la Naturaleza se muestra más generosa, porque es cuando todo da fruto.
En fin, por lo que sea, me gusta el Otoño.
7 comentarios
Miguel -
En efecto, en el hemisferio sur, el agua discurre en direccion contraria al hemisferio norte, en todos los desagues. Es lo que se conoce como efecto Coriolis, y se debe al movimiento de rotación de la Tierra.
Si quieres una explicación más detallada, ya te la dare cuando vengas.
¿Ya no te acuerdas del episodio de los Simpsons en los que se van a Australia?
El efecto Coriolis leyenda urbana... a donde vamos a ir a parar... esta gente de letras... empezaremos por ahi y acabaremos dudando de la existencia de la gravedad o de las fuerzas electromagneticas...
Mar -
ace76 -
"Miserable e inmundo", juas, que Madrid es feo, pero no tanto...
Inakov -
Como dice Manolito Gafotas, tan sabiamente como siempre, de Carabanchel Alto - y de Madrid por extensión - se queda con su cielo. Quizá sea una manera de ocultar las miserables construcciones de ladrillo caravista y toldos verdes, la suciedad inmunda de las calles o el nerviosismo histérico que rezuman sus habitantes, pero tiene razón. El otro día estuve en Carabanchel Alto y miré al cielo y, coño, era bonito, azul y alto.
ace76 -
Pamplona, para mí, es una ciudad otoñal, como San Sebastián, mientras que Bilbao o Santander me saben a primavera.
Para mí, la estación de Madrid es el verano... El invierno es gris y desapacible, y cuando llueve, el suelo resbala y todo parece sucio (en vez de limpio, como sería lógico). Sin embargo, recuerdo una noche de febrero, un domingo de esos en los que hace tanto frío que el tiempo parece congelarse. Había caido una espesa niebla sobre la ciudad y la silueta iluminada del edificio de Correos se disolvía en la oscuridad. Creo que es la única vez que le he visto magia y misterio a una ciudad tan evidente y prosaica como esta.
Inakov -
Joserra -
Y sí, el otoño tiene sabores entrañables, sobre todo a lo de comienzo y planes pendientes, es como que la vida te da una nueva oportunidad, limpia y sin usar, de hacer un montón de cosas que pueden estar pendientes en nuestras existencias.
Veremos cómo va este nuevo otoño