OJO POR OJO
El fin de semana, bien, gracias. Pasé por la nueva casa de Pablo y he de decir que, en apenas dos semanas, ya ha conseguido darle su toque personal. Es decir, el desorden y el caos campan a sus anchas. Por la noche, Joserra y yo vimos el debut de Esti en "A tortas con la vida": salió muy guapa, y estuvo muy bien, muy natural. Y además, le dijo a Lina Morgan algo que todos querríamos decirle: "¡Qué te calles!".
Y el domingo decidimos ir al cine. Eso mismo debió pensar la mitad de los madrileños, porque la cola en las taquillas de los Ideal era mucho mayor que otros fines de semana. Finalmente, por cuestiones de horario, nos dedicimos por "Munich".
En 1972, durante las olimpiadas de Munich, un grupo terrorista, Septiembre Negro, asalta la villa olímpica y secuestra a once atletas del equipo israelí. Todos acaba muertos. Las autoridades de Israel deciden contraatacar organizando un grupo de cinco agentes del Mossad con una misión secreta: asesinar a once de los responsables de la matanza. La película recrea, supongo que con bastante fidelidad, lo que pasó después.
Cuando se estrenó "La pasión de Cristo" y algunas voces la acusaron de ser antisemita, "Munich" fue presentada como una especie de contraofensiva projudía. Sin embargo, "Munich" no es una historia épica y gloriosa, y, desde luego, Eric Bana no es un Charles Bronson y esto no es una película de Michael Bay en la que matar a alguien es un hecho tan cotidiano y amoral como comer o respirar. No es una simple historia de buenos y malos, ni de planteamientos morales sencillos. En una de las secuencias que más me gustaron, Avner, el jefe del grupo israelí, conversa con Ali, un terrorista palestino. Ali afirma que ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos, lucharán todos los años que hagan falta para recuperar su tierra, porque nadie puede vivir sin hogar. Posteriormente, la madre de Avner le dice a su hijo que está orgullosa de él porque ha luchado por su país, su tierra, su hogar.
El mensaje final de "Munich" es bastante claro: la violencia sólo engendra más violencia. Y el plano final, en el que, como quien no quiere la cosa, las Torres Gemelas destacan en la silueta del Nueva York de los 70, resulta bastante estremecedor al respecto... Bueno, basta con leer el periódico de hoy para comprobar que la política israelí en la zona no ha cambiado, ni tampoco ha desparecido el terrorismo palestino...
Como es de esperar siendo una película de Steven Spielberg, la película está rodada con mucha solvencia. La violencia se retrata sin concesiones, aunque sin recrearse en ella. Sin embargo, a pesar del interés de la historia, el metraje termina resultando excesivo. Hay varias escenas que podían haberse eliminado sin que el resultado final se viera afectado, pero ya se sabe que, hoy en día, toda película que pretenda ser importante tiene que durar una tres horas.
6 comentarios
mce79 -
Me dormí en diferentes puntos... y cuando no aguanté más me fui a la cama.
ace76 -
¿"Dormido"? ¿En qué punto de la película?
mce79 -
Por cierto, "Brokebak mountain", menudo rollo. Me dormí.
ace76 -
Maggie, yo tenía otras antes en mi lista, pero "Munich" es interesante.
Jose -
Me gustó mucho, la verdad. Lo unico excesivo fue el calor en los cines Ideal. Lo pasé verdaderamente mal...
Maggie Wang Kenobi -