EL HOMBRE EN PANTALLA
Hace unos meses colocaron por mi gimnasio pantallas de plasma para ver la tele mientras uno hace ejercicio. Ayer por la tarde, mientras pedaleaba en la bicicleta estática, vi en la Eurosport a un patinador artístico. Aunque no podía escuchar la música, no despegué los ojos de la pantalla durante todo el ejercicio. Sus giros, saltos, vueltas y piruetas me parecieron elegantes, ligeros, fluidos. Siempre me han maravillado las personas que hacen parecer fácil lo difícil. Y además, sin lentejuelas.
El patinador se llama Evan Lysacek. Cuando terminó el ejercicio, la emoción pudo con él. Supuse que sería la sensación de haber rozado la perfección. He leido esta mañana que quedó cuarto, que llevaba dos días enfermo del estómago y que en la prueba anterior se había caido nada más comenzar su rutina.
El día anterior, en cambio, tuve que tragarme en el telediario (primero en la cinco y luego en la uno, y más tarde en la tres, cada pantalla sintoniza una cadena distinta) todas las imágenes sobre las torturas en Abu Ghraib que acaban de salir a la luz. Creo que las televisiones se han cebado en el tema: con una imagen era suficiente, no hacía falta enseñarnos quince o veinte.
La conclusión es evidente: más patinaje sobre hielo y menos prisiones.
3 comentarios
ace76 -
Evidentemente, no vas a ocultar el lado malo de la realidad, pero en estos tiempos más bien dados al pesimismo, no está de más recordar que también suceden cosas buenas, como las Olimpiadas.
Y en concreto, lo de las fotos de Abu Graib, en mi opinión, rozó lo morboso.
Jose -
Maggie Wang Kenobi -
Pero vamos, yo que soy tan essstupenda soy de la opinión de que sí, más patinadores buenorros, más gimnastas buenorros y más desfiles cibelianos de buenorros, que fijo que nos iría mejón