Blogia
El blog de ace76

DESAYUNOS, PECES, BOMBONES, TORTUGAS Y PERDIDOS

DESAYUNOS, PECES, BOMBONES, TORTUGAS Y PERDIDOS

A la mañana siguiente, seguía lloviendo. Era un sábado gris y frío.

-¿Quieres ducharte primero? Es que te puedes quedar sin agua caliente.

-No me tomes el pelo.

Y seguí remoloneando en la cama. Cuando entré en la ducha, descubrí que mi hermano no estaba de broma. Abrí el grifo del agua caliente y salió un chorro de agua templada que se fue enfriando por segundos. Así descubrí la existencia de los calentadores de agua eléctricos.

A las diez fuimos a desayunar al hotel con mi madre. No hay nada como un pantagruélico buffet desayuno NH para empezar el día. Primero, lo dulce: bollitos, croissants, tarta de chocolate. Después llega el turno del segundo desayuno, para saborear lo salado: jamón, queso, paté, salchichas, huevos revueltos. Y por último, el postre, si el estómago lo permite. Por supuesto, todo ello acompañado de café con leche, zumo de naranja y un vaso de agua. En caso de escasez económica, un desayuno NH te soluciona todas las comidas del día.

Como seguía lloviendo, la opción de pasear por el Parque Güell o el de la Ciudadela (del que mi hermano, en un derroche de barcelonismo militante, dijo: "es como el Central Park") quedaron desechadas. Un sitio cubierto: nos fuimos al Aquarium. He ido varías veces, pero me gusta ver nadar a los peces y a los tiburones. Es como mirar las estrellas: la mente se distrae, no piensa en nada, se relaja contemplando los movimientos de un pulpo sobre las rocas o el jugueteo de los peces payaso entre los tentáculos de una anémona. "¡Nemo, Nemo!", gritan los niños.

Comimos tarde y poco: ensalada y restos de pizza. No teníamos hambre.

Mi madre ya había visto la casa y había dado su beneplácito, así que ya podía ser inaugurada oficialmente. A las siete de la tarde vinieron mi tía, mis primas, sus maridos y la pequeña María. Mi tía trajo una caja de bombones de Chocolat Factory. ÑamÑam, deliciosos. Pero deliciosos de verdad. Y sí, también tienen tienda en Madrid. Con tanta gente alrededor, Chopin estaba nervioso. María le perseguía, pero el perro se escondía tras las piernas de Amaya. Pero las estrellas de la velada fueron Wanda y Nemo, los galápagos de la casa. Los sacamos de la pecera y los dejamos corretear por el salón (vale, "corretear" puede ser una palabra algo exagerada). A María le encantaron.

Despedimos a la familia hacia las diez y medía. Sentados en el futón, vimos dos episodios de "Perdidos" de la segunda temporada, descargados por cortesía del Kazaa de la calle Príncipe. Amaya demostró ser una auténtica adicta a la serie y quiso sonsacarme información. ¿Quién muere en el capítulo seis? Pero mis labios permanecieron sellados.   

Seguía lloviendo.

6 comentarios

ace76 -

No soy malo, sólo digo la verdad, jiojiojio.

"Perdidos" acabará mal, claro, como "Expediente X", que, de tanto liarla, acabó por perder el interés. Pero de momento, mola.

Maggie Wang Kenobi -

A mí Perdidos cada vez me estresa más, que de tanto enredar están muy imposibles.

Amaya -

:( Antonio malo.

mce79 -

¿Y como se llamara el proximo capitulo? ¿Pedrera, bocatas y amparo?

mce79 -

A ver, la Ciudadela es a Barcelona lo que el Central Park a NY, el Golden Gate Park a SF, la Taconera a Pamplona, etc...

Eso era lo que queria decir, madridista!

esti -

Pues sí que da de sí un día lluvioso, madre mía.
Los desayunos NH son una pasad. Uno siempre se queda con la sensación de no haberles sacado todo el partido posible.