VUELTAS
Anauel ya no trabaja aquí y se nota. Le echo de menos. Tendré que acostumbrarme a su ausencia.
Estuve pensando en que "Viviendo en la Era Pop" sería un buen nombre para un programa. Algo tipo "late-show", del estilo de Buenafuente pero en interesante. Y claro, presentado por mí, que no soy ni un presentador graciosillo, ni un periodista carismático y autosuficiente, ni el reportero más dicharachero. Yo soy diferente, aunque a veces no se me note mucho. Será cosa de los nervios.
Estuve pensando en si la vida es un carrusel, como dicen en este blog vecino. Dar vueltas y vueltas, subir y bajar al ritmo de una musiquita. No me termina de convencer esta metáfora. ¿La vida es una caja de bombones? Bueno, no lo creo, realmente no existen bombones malos, pueden ser amargos, estar rellenos de licor, ser de sabores absurdos o tener una textura terrosa, pero malos de verdad, no.
Quizás la vida sea como una larga carretera llena de rotondas. Das vueltas y vueltas en torno a una rotonda, tratando de decidir qué camino tomar. Cuando ya te decides y crees que puedes poner la quinta marcha y pisar el acelerador, te encuentras con otra rotonda. Y luego otra. Y otra. Y lo peor de todo es que no llevas mapa. Igual crees que coges una autopista y te encuentras en medio de un camino de vacas.
A veces es más cómodo dar vueltas y vueltas en la rotonda. Aunque uno corre el peligro de marearse...
Estuve pensando en que "Viviendo en la Era Pop" sería un buen nombre para un programa. Algo tipo "late-show", del estilo de Buenafuente pero en interesante. Y claro, presentado por mí, que no soy ni un presentador graciosillo, ni un periodista carismático y autosuficiente, ni el reportero más dicharachero. Yo soy diferente, aunque a veces no se me note mucho. Será cosa de los nervios.
Estuve pensando en si la vida es un carrusel, como dicen en este blog vecino. Dar vueltas y vueltas, subir y bajar al ritmo de una musiquita. No me termina de convencer esta metáfora. ¿La vida es una caja de bombones? Bueno, no lo creo, realmente no existen bombones malos, pueden ser amargos, estar rellenos de licor, ser de sabores absurdos o tener una textura terrosa, pero malos de verdad, no.
Quizás la vida sea como una larga carretera llena de rotondas. Das vueltas y vueltas en torno a una rotonda, tratando de decidir qué camino tomar. Cuando ya te decides y crees que puedes poner la quinta marcha y pisar el acelerador, te encuentras con otra rotonda. Y luego otra. Y otra. Y lo peor de todo es que no llevas mapa. Igual crees que coges una autopista y te encuentras en medio de un camino de vacas.
A veces es más cómodo dar vueltas y vueltas en la rotonda. Aunque uno corre el peligro de marearse...
6 comentarios
Lucía -
No sé. Para mí en estos momentos la vida es... es... es... un mareo ;))).
Un beso.
Joserra -
ace76 -
Joserra -
de crema de café y todos son deliciosos, exquisitos, todos llegan a tu
boca en el orden correcto, los disfrutas, los saboreas y eres feliz sin
más problemas. Y los que creías inaccesibles se ponen a tus manos y los
que creías de tu sabor favorito cambian de textura o relleno y ya no son
como antes... y pueden seguir gustando o no. No sé, la cosa es complicada y misteriosa, muy misteriosa. La vida es misteriosa
ace76 -
Pero me refiero a que no hay bombones de mierda, pero sí hay momentos en la vida que son una mierda...
Joserra -
Y luego hay momentos que sin saber porque todos los bombones están llenos de crema de café y los que creías inaccesibles se ponen a tus manos y los que creías de tu sabor favorito cambian de textura o relleno