ESTO NO ES UNA INOCENTADA
Creo que la madurez se ve reflejada en muchas cosas. Una de ellas, la más importante, es la pérdida de ese sentido del ridículo que nos posee en el adolescencia y que nos hace renunciar a muchas cosas que ya no parecen dignas de los 13-14 años. Por ejemplo, en mi colegio dejó de estar de moda celebrar merendolas en casa con los amigos por el cumpleaños mientras que el que reconocía que seguía viendo películas de dibujos animados era humillado públicamente en el recreo.
En cambio, llega un momento en el que uno deja de importarle la opinión de los demás y decide preocuparse más por sus sentimientos y sus apetencias internas, "porque yo lo valgo".
(PD: atiza, la radio informa de que se ha muerto Susan Sontag. El que no lo haya hecho, debería ir leyendo "El amante del volcán", estupenda novela).
Bueno, todo esto es para decir que, a mis 28 años, me he pasado la mitad del fin de semana en Pamplona aporreando los bongos del "Donkey Konga", el juego que mi (futura) cuñada le ha regalado a mi hermano. El juego es muy sencillo: al ritmo de una canción van apareciendo en la pantalla iconos que señalan si debes tocar el bongo izquierdo, el bongo derecho, los dos o dar una palmada.
(PD2: M80 es mi emisora favorita, ahora me ponen "Give a little bit", de Supertramp. Kiss FM = moñerías).
Bueno, pues el caso es que ahí estaba, sentado sobre la alfombra de la sala, mirando la pantalla, tocando unos bongos al ritmo del "Locomotion" de Kylie Minogue o el "It´s all right" de Supergrass... Y pensaba: "joder, si ya tengo 28 años". Pero sí, para muchas cosas, prefiero seguir siendo un poco niño. Ya digo yo que la ingenuidad es una virtud (ingenuidad inteligente, todo hay que decirlo).
En cambio, llega un momento en el que uno deja de importarle la opinión de los demás y decide preocuparse más por sus sentimientos y sus apetencias internas, "porque yo lo valgo".
(PD: atiza, la radio informa de que se ha muerto Susan Sontag. El que no lo haya hecho, debería ir leyendo "El amante del volcán", estupenda novela).
Bueno, todo esto es para decir que, a mis 28 años, me he pasado la mitad del fin de semana en Pamplona aporreando los bongos del "Donkey Konga", el juego que mi (futura) cuñada le ha regalado a mi hermano. El juego es muy sencillo: al ritmo de una canción van apareciendo en la pantalla iconos que señalan si debes tocar el bongo izquierdo, el bongo derecho, los dos o dar una palmada.
(PD2: M80 es mi emisora favorita, ahora me ponen "Give a little bit", de Supertramp. Kiss FM = moñerías).
Bueno, pues el caso es que ahí estaba, sentado sobre la alfombra de la sala, mirando la pantalla, tocando unos bongos al ritmo del "Locomotion" de Kylie Minogue o el "It´s all right" de Supergrass... Y pensaba: "joder, si ya tengo 28 años". Pero sí, para muchas cosas, prefiero seguir siendo un poco niño. Ya digo yo que la ingenuidad es una virtud (ingenuidad inteligente, todo hay que decirlo).
6 comentarios
Ángela -
Miguel -
Sigo por aqui, pero con menos tiempo para escribir.
ace76 -
Jejeje, "anónimo" me despistaste un poco, pero sé quién eres... Con un par de imitaciones más de Fey se te quita ese sentido del ridículo, jejeje... ¡artista!
Hmmm, no creo que mi hermano me permita que le prive de la Gamecube durante tanto tiempo...
Anónimo -
Supongo que con los años nuestras prioridades cambian, es más, ahora todos vamos a ver las pelis de disney, aunque yo nunca deje de verlas... Y te felicito, mi sentido del ridículo sigue ahí, y me encantaría quitármelo.
Kylie, Kylie, Kylie, que no se retire, es la mejor.
Un besito, pequeño mío.
dee -
Joserra -
Yo estuve un día con el Eye Toy en la Fnac, ese cacharro con el que puedes interactuar a través de una camarita. HAbían puesto un juego de limpiar cristales y ahí estaba yo, en medio del hall de la Fnac como un gilipollas sacudiendo los brazos para limpiar la suciedad virtual del televisor del escaparate