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El blog de ace76

CINE, CINE, CINE...

CINE, CINE, CINE... ¿Cuántas películas se pueden ver al día? Yo afirmo que cinco es el límite...

Después de no poder ir el año pasado por motivos familiares, este fin de semana he vuelto al Festival de Cine de San Sebastián, una cita que ya se ha vuelto tradición ineludible. Del Kursaal al Astoria y del Astoria al Kursaal, habitualmente con lluvia, colas para entrar, colas para salir, películas buenas, películas aburridas... pero siempre películas interesantes.

Así, con la película danesa "Brodre", volví a pensar en como el invento del Dogma ha servido para que los cineastas de Dinamarca cuelen sus películas en los festivales a pesar de no tener demasiados méritos para ello. Por lo demás, lo de la cámara en mano, la iluminación borrosa, las actuaciones desgarradas y las emociones desbordadas no sirven de nada si la historia es tópica: dos hermanos, una malo y otro bueno. El bueno se va a la guerra y le dan por muerto. El hermano malo se hace cargo de la familia del hermano desaparecido y, claro, se vuelve bueno. Pero -oh, sorpresa- el hermano bueno vuelve de la guerra... pero -oh, sorpresa- las traumáticas experiencias vividas en su cautiverio le han vuelto malo... y -oh, sorpresa- se masca la tragedia. Creo que esta historia ya se ha contado en los tiempos del Imperio Romano...

La sección oficial está repleta de películas de directores que ya se han ganado el puesto por su (supuesto) prestigio. Aquí ya entran en juego las filias y fobias de cada uno. Así pues, no dudo en defender "Nine songs" de Winterbottom, aunque no me parezca más que un experimento fallido (contar una historia de amor a través del sexo, mostrado de una manera explícita... pero no tanto. Al final, lo más hermoso es la analogía entre la evolución de una relación amorosa y el proceso por el cual un iceberg se despega de la Antártida y se disuelve en el océano; y la secuencia más sexual y excitante, en mi opinión, es una en la que ella, tumbada en la cama con los ojos vendados, le cuenta sus fantasías eróticas mientras que él le practica una buena sesión de sexo oral. Por lo demás, el actor protagonista puede estar satisfecho de su tranca... vamos, que si yo tuviera eso entre las piernas también lo enseñaría al mundo, jejeje). Y no dudo en ensañarme con "Roma", de Adolfo Aristarain, dos horas y media de celuloide plúmbeo... vamos, que Aristarain se ha creido David Lean o Anthony Minghella y lo único que ha conseguido es una eficaz cura contra el insomnio. Lo peor de todo es que, con una buena poda y menos dispersión narrativa, le habría salido una película, si no brillante, sí por lo menos interesante.

También vi "Tarfaya", una sencilla película sobre una marroquí que quiere llegar a las Canarias en patera. Bueno, es una de estas películas con las que los Festivales disipan la mala conciencia de Occidente, pero en sí misma, la película no es gran cosa... aunque también es cierto que las pocas películas magrebíes que he visto siempre me han desconcertado, ya sea por su minimalismo o por su esquematismo, no sé como definirlo.

Al final, las mejores películas (o las que más me interesan) suelen estar en Zabaltegi y no en la sección oficial. Este año también ha sido así: "In my father´s den" (La guarida de mi padre) ha sido la película que más me ha gustado este año, un drama neozelandés muy bien escrito y muy bien dirigido sobre los secretos ocultos de una familia... un tema inagotable, siempre que se trate bien. Por desgracia, y a no ser que la peli se lleve algún premio, no creo que se estrene en España ni que se vuelva a hablar de ella...

Para terminar, vi una de las grandes obras de Woody Allen, a quien el Festival le dedica una completa retrospectiva: "Manhattan". En fin, lo que está claro es que las últimas películas de Woody Allen son una pálida sombra de sus grandes obras.

Una de las cosas que más me gusta de estos fines de semana festivaleros es que tienes tiempo, entre sesión y sesión, a pensar, reflexionar, pasear... Son un par de días de introspección que me suelen servir para pensar en mi presente y en mi futuro. De este fin de semana he sacado en claro que sí, que tarde o temprano haré realidad mis sueños de hacer un cortometraje, poner una productora con mis amigos, volver profesionalmente al mundo del audiovisual... Proyectos, proyectos, proyectos.

1 comentario

Joserra -

Si, si, si... una productora, yo me ofrezco de voz en off, de actor, de todo tipo de chico para todo y por supuesto, jeje, de encargado de sonido, que para algo la Universitas Navarrensis me encasquetó dicho cargo en el cortometraje de la carrera.
Ay, acabo de venir del cohete anunciador de las fiestas de San Mateo, con mi madre, sí, con mi madre, esto de no tener pandilla en Logroño es una caca