ASÍ NACEN LAS HISTORIAS
...este artículo lo escribo para mí, porque escribir, a veces, es como pensar en voz alta...
Es curioso como uno nota, de vez en cuando, como le bullen por dentro las historias, como hay personajes que claman por salir de la imaginación y tranfigurarse en palanras, frases, párrafos. Últimamente me vienen a la mente, mientras voy en el metro, viajo en tren, leo un libro o levanto pesas en el gimnasio, fogonazos de historias. A veces son imágenes, otras son sensaciones, otras son momentos, otras son frases o pensamientos: podría decir, aunque parezca pedante, que mis personajes piensan antes de hablar.
Si fuera una persona trabajadora, responsable, sacrificada y consecuente, en un año podría escribir tres cortometrajes y dos largometrajes. Una de las maneras de obligarme a ello es comentarlo en voz alta, parece que así uno se siente más comprometido: con los demás, con uno mismo y con sus historias. Dos de los cortometrajes ya los he escrito: uno es un relato que hice para el libro del Taller de Escritura; el otro es el que destrozó mi compañera de dirección de la ECAM en una práctica de la escuela. El tercer cortometraje comenzaría con una lámpara de lava, estaría rodado en blanco y negro y con una cámara digital, en mano, todo estaría grabado tal y como lo habría grabado el protagonista, un poco a medio camino entre el Dogma y la Nouvelle Vague. Un corto barato, con Esti y Jorge de protagonistas, montado en mi ordenador y con música de... ¿Mar? (Hay que echar mano de los amigos con talento).
Qué fácil parecen las cosas cuando se piensan... lo que cuesta es ponerse a hacerlas.
De los guiones, uno se titula "Amargo", que me parece un buen título. Quiero jugar con "amar" y "amargo" (idea que, evidentemente, no es mía. Es de Mecano: "y es que amar es el empiece de la palabra amargura"). De hecho, he pensado en comenzar la historia con una partida de Intelect (o Scrabble, ya no sé como se llama el juego) en el que se juega con ambas palabras (unos bonitos títulos de crédito hechos con las piezas del Intelect... y con música de Yann Tiersen, tiembla Jean Pierre Jeunet). Creo que lo siguiente sería un suicidio en una playa del Cantábrica... Sí, este es un guión triste con final feliz. Se supone que trata de los desengaños y los malos momentos que trae el amor en todas las edades (rupturas amorosas, cuernos, amores imposibles, muertes), pero como al final, los buenos momentos compensan de los malos. Sé que, así dicho, suena un poco hortera, pero que no lo sea corre de mi cuenta. Se supone que tiene que ser una historia al estilo del cine independiente de los noventa, tipo "Cosas que nunca te dije", historias sencillas, cercanas, de la vida misma... Es lo que se me da mejor.
La otra historia la veo más clara. Se llamaría "Viviendo en la Era Pop" (cuanto da de sí este nombre, ¡Gracias, Los Flechazos!) y no sería una historia coral. Sería la historia de un triángulo amoroso, dividida en dos tiempos. En uno, vemos como se conocen los tres personajes; en el otro, vemos como uno de ellos hace un viaje en coche para reencontrarse con los otros dos y descubrir que ha sido de sus vidas. La verdad es que tengo bastante claro cuál es el argumento y sé qué es lo que le va a pasar a cada uno de ellos. Posiblemente, sea el primero que escriba, más que nada porque es el que más me atrae. Supongo que Tarantino se divirtió mucho escribiendo "Kill Bill" y homenajeando-saqueando sus películas de artes marciales favoritos. Yo voy a hacer lo mismo pero con "Punto límite cero", "Blow up", "Vivir su vida", "Que noche la de aquel día" y otros delirios de los sesenta: muchos colores, mucho incienso, un poco de trascendencia (al fin y al cabo, en aquellos tiempos, la gente aun pensaba; ahora sólo vemos la televisión), ropa con flecos y bajistas marchosos.
...pues eso, en un año os digo si algo de esto se ha hecho realidad...
Es curioso como uno nota, de vez en cuando, como le bullen por dentro las historias, como hay personajes que claman por salir de la imaginación y tranfigurarse en palanras, frases, párrafos. Últimamente me vienen a la mente, mientras voy en el metro, viajo en tren, leo un libro o levanto pesas en el gimnasio, fogonazos de historias. A veces son imágenes, otras son sensaciones, otras son momentos, otras son frases o pensamientos: podría decir, aunque parezca pedante, que mis personajes piensan antes de hablar.
Si fuera una persona trabajadora, responsable, sacrificada y consecuente, en un año podría escribir tres cortometrajes y dos largometrajes. Una de las maneras de obligarme a ello es comentarlo en voz alta, parece que así uno se siente más comprometido: con los demás, con uno mismo y con sus historias. Dos de los cortometrajes ya los he escrito: uno es un relato que hice para el libro del Taller de Escritura; el otro es el que destrozó mi compañera de dirección de la ECAM en una práctica de la escuela. El tercer cortometraje comenzaría con una lámpara de lava, estaría rodado en blanco y negro y con una cámara digital, en mano, todo estaría grabado tal y como lo habría grabado el protagonista, un poco a medio camino entre el Dogma y la Nouvelle Vague. Un corto barato, con Esti y Jorge de protagonistas, montado en mi ordenador y con música de... ¿Mar? (Hay que echar mano de los amigos con talento).
Qué fácil parecen las cosas cuando se piensan... lo que cuesta es ponerse a hacerlas.
De los guiones, uno se titula "Amargo", que me parece un buen título. Quiero jugar con "amar" y "amargo" (idea que, evidentemente, no es mía. Es de Mecano: "y es que amar es el empiece de la palabra amargura"). De hecho, he pensado en comenzar la historia con una partida de Intelect (o Scrabble, ya no sé como se llama el juego) en el que se juega con ambas palabras (unos bonitos títulos de crédito hechos con las piezas del Intelect... y con música de Yann Tiersen, tiembla Jean Pierre Jeunet). Creo que lo siguiente sería un suicidio en una playa del Cantábrica... Sí, este es un guión triste con final feliz. Se supone que trata de los desengaños y los malos momentos que trae el amor en todas las edades (rupturas amorosas, cuernos, amores imposibles, muertes), pero como al final, los buenos momentos compensan de los malos. Sé que, así dicho, suena un poco hortera, pero que no lo sea corre de mi cuenta. Se supone que tiene que ser una historia al estilo del cine independiente de los noventa, tipo "Cosas que nunca te dije", historias sencillas, cercanas, de la vida misma... Es lo que se me da mejor.
La otra historia la veo más clara. Se llamaría "Viviendo en la Era Pop" (cuanto da de sí este nombre, ¡Gracias, Los Flechazos!) y no sería una historia coral. Sería la historia de un triángulo amoroso, dividida en dos tiempos. En uno, vemos como se conocen los tres personajes; en el otro, vemos como uno de ellos hace un viaje en coche para reencontrarse con los otros dos y descubrir que ha sido de sus vidas. La verdad es que tengo bastante claro cuál es el argumento y sé qué es lo que le va a pasar a cada uno de ellos. Posiblemente, sea el primero que escriba, más que nada porque es el que más me atrae. Supongo que Tarantino se divirtió mucho escribiendo "Kill Bill" y homenajeando-saqueando sus películas de artes marciales favoritos. Yo voy a hacer lo mismo pero con "Punto límite cero", "Blow up", "Vivir su vida", "Que noche la de aquel día" y otros delirios de los sesenta: muchos colores, mucho incienso, un poco de trascendencia (al fin y al cabo, en aquellos tiempos, la gente aun pensaba; ahora sólo vemos la televisión), ropa con flecos y bajistas marchosos.
...pues eso, en un año os digo si algo de esto se ha hecho realidad...
4 comentarios
Mar -
Joserra -
Y ahora estoy pensando cuál sería mi talento para echar una mano... no sé, me cuesta pensarlo... zz..zzzz.zz.....zzzzzzzz
ace76 -
Sí, algo cristalizará espero. Y la creatividad va y viene, no te preocupes.
Jose -
En serio. Yo a ver si vuelvo a tener algo de creatividad despues del desierto....