STRANGE DAYS
Llevo tres horas en el trabajo, sin pegar ni sellos, y parece que las vacaciones ya han quedado atrás, muy atrás... De todas formas, tengo la sensación de estar de vacaciones desde que deje Transvision. Cuando estaba desayunando en la cafetería con dos compañeros de curro me he dado cuenta de que en casi todos mis trabajos estaba una parte bastante considerable del tiempo laboral inactivo, y me he preguntado: ¿será algo común o es que yo tengo vocación de vago? ¿Están las empresas llenas de gente que mata el tiempo con Internet, llamando por teléfono a líneas eróticas o dependiendo de la máquina de café? ¿Quién trabaja en este país? ¿35 horas semanales? ¿Para qué? Si lo que es trabajar-trabajar, uno trabaja diez horas a la semana o así. Parece que una gran parte del tiempo que uno dedica en su horario laboral es esperar a que pase algo...
Claro que también esa es una actitud con la que gran parte de las personas afronta la vida. Uno siempre espera que pase algo que cambie de arriba abajo su rutina... Lo curioso es que, a veces, sucede. De todas formas, está claro que a todos nos gustaría ser hombres de acción y todo eso y no depender de que nos asalten los acontecimientos. Sin embargo, creo que incluso para que te pasen cosas debes tener una actitud propicia para ello... Hace un año yo estaba bastante harto de mi situación vital, donde cada día se parecía al anterior como gotas de agua, una rutina aburrida e inaguantable que termina por embotarte la cabeza. Es como vivir la vida anestesiado. Un buen día me harté y decidí cambiar... e hice lo único que sé hacer: escribir. Me fui una semana en septiembre, solo, al apartamento que mi familia tiene en los Pirineos y terminé de redactar un proyecto de guión que tenía en la cabeza desde hacia un par de años. De esas vacaciones nació "Naïf", que nunca llegará a la gran pantalla pero que siempre será mi primer guión serio (aun le falta mucho para llegar a ser un buen guión, eso sí), además de plantearme diversos proyectos como volver a escribir, dejar el trabajo cuando llegara la primavera, o hacer el Interrail de una vez. A veces es bueno pasar unos días solo, con uno mismo, lejos del mundo, para colocar la cosas en su sitio y aprender a valorar lo que se tiene. No sé, tengo la sensación de que al haber terminado el guión, saldé una cuenta pendiente con el destino y las cosas comenzaron a cambiar.
Casi un año después resulta que participé en un taller de escritura y publiqué uno de mis mejores relatos hasta la fecha, "Doce" (que algún día será un cortometraje, lo prometo). En la empresa hicimos una chorrada-cortometraje y resulta que lo seleccionaron en un Festival de Cortos, aquí en Madrid: no pude verlo, porque no conseguí entradas, pero mi nombre apareció en la pantalla de la sala 2 de la Filmoteca como coguionista. En los dos últimos meses en Transvisión recuperé mis viejas faenas periodísticas gracias a un nuevo programa, y volví a ir a ruedas de prensa y a hacer entrevistas... y lo hice mejor de lo que pensaba (quizás me equivoque yendo a la Escuela de Cine, ahora podría estar presentando un Telediario... matinal, puestos a pedir. ¿Quién sabe?). Cambié de trabajo y ahora cobro, por fin, un sueldo que merece ese nombre. ¡Y a menos de cinco minutos de casa! ¿Qué más? Pues voy a empezar a vivir solo y podré demostrar al mundo mis cualidades como decorador, cocinero y amo de casa... Prometo que mantendré una dieta equilibrada y que el polvo no me devorará. Además, estas vacaciones me he llevado algunas sorpresas, como que algunas personas confunden el euskera con el griego o que en Segovia hay un Rodilla, curioso...
Vamos, que entre unas cosas y otras, soy asquerosamente feliz... y hacía tiempo que no lo era. Y a todo esto, ¿por qué he titulado a este artículo como "Strange Days"? ¿Será porque creo que es extraño ser feliz en estos días? ¿Será porque me apetecía recordar esa estupenda película? ¿Será el café?
Claro que también esa es una actitud con la que gran parte de las personas afronta la vida. Uno siempre espera que pase algo que cambie de arriba abajo su rutina... Lo curioso es que, a veces, sucede. De todas formas, está claro que a todos nos gustaría ser hombres de acción y todo eso y no depender de que nos asalten los acontecimientos. Sin embargo, creo que incluso para que te pasen cosas debes tener una actitud propicia para ello... Hace un año yo estaba bastante harto de mi situación vital, donde cada día se parecía al anterior como gotas de agua, una rutina aburrida e inaguantable que termina por embotarte la cabeza. Es como vivir la vida anestesiado. Un buen día me harté y decidí cambiar... e hice lo único que sé hacer: escribir. Me fui una semana en septiembre, solo, al apartamento que mi familia tiene en los Pirineos y terminé de redactar un proyecto de guión que tenía en la cabeza desde hacia un par de años. De esas vacaciones nació "Naïf", que nunca llegará a la gran pantalla pero que siempre será mi primer guión serio (aun le falta mucho para llegar a ser un buen guión, eso sí), además de plantearme diversos proyectos como volver a escribir, dejar el trabajo cuando llegara la primavera, o hacer el Interrail de una vez. A veces es bueno pasar unos días solo, con uno mismo, lejos del mundo, para colocar la cosas en su sitio y aprender a valorar lo que se tiene. No sé, tengo la sensación de que al haber terminado el guión, saldé una cuenta pendiente con el destino y las cosas comenzaron a cambiar.
Casi un año después resulta que participé en un taller de escritura y publiqué uno de mis mejores relatos hasta la fecha, "Doce" (que algún día será un cortometraje, lo prometo). En la empresa hicimos una chorrada-cortometraje y resulta que lo seleccionaron en un Festival de Cortos, aquí en Madrid: no pude verlo, porque no conseguí entradas, pero mi nombre apareció en la pantalla de la sala 2 de la Filmoteca como coguionista. En los dos últimos meses en Transvisión recuperé mis viejas faenas periodísticas gracias a un nuevo programa, y volví a ir a ruedas de prensa y a hacer entrevistas... y lo hice mejor de lo que pensaba (quizás me equivoque yendo a la Escuela de Cine, ahora podría estar presentando un Telediario... matinal, puestos a pedir. ¿Quién sabe?). Cambié de trabajo y ahora cobro, por fin, un sueldo que merece ese nombre. ¡Y a menos de cinco minutos de casa! ¿Qué más? Pues voy a empezar a vivir solo y podré demostrar al mundo mis cualidades como decorador, cocinero y amo de casa... Prometo que mantendré una dieta equilibrada y que el polvo no me devorará. Además, estas vacaciones me he llevado algunas sorpresas, como que algunas personas confunden el euskera con el griego o que en Segovia hay un Rodilla, curioso...
Vamos, que entre unas cosas y otras, soy asquerosamente feliz... y hacía tiempo que no lo era. Y a todo esto, ¿por qué he titulado a este artículo como "Strange Days"? ¿Será porque creo que es extraño ser feliz en estos días? ¿Será porque me apetecía recordar esa estupenda película? ¿Será el café?
12 comentarios
ace76 -
drott -
que se siente al ser 'asquerosamente feliz'? (sic)
Su se aburre -
ace76 -
Manué -
Miguel -
ace76 -
¿Necesitas un hermanito? Comentáselo a mamá, a ver qué dice, jajaja.
Por cierto, las emociones acabarán registrándose en DVD o en mp3.
Miguel -
Gané la última carrera que faltaba con el Mario Kart, y nos dieron dos nuevos corredores:
Floro Piraña y El Rey Boo, así como un nuevo coche, el Tuberías Piraña.
Lo bueno de estos dos es que sus ataques especiales son... ¡Todos!
Lo malo es que son grandes y solo pueden usar coches pesados.
Echo de menos jugar contigo, snif... Necesito un hermanito...
ace76 -
Gracias, Joserra. Hola, Di.
Miguel -
¿No ves que los que trabajamos y necesitamos internet como vía de escape nos aburrimos sin ti?
Personalmente, yo he tenido dias de hacer mucho el vago, pero no por que yo quisiera, sino por que no me daban trabajo que hacer, y cuando lo solicitaba seguian sin darmelo, o me hacian hacer tonterias.
Esos dias eran los peores, horas y horas encerrado sin hacer nada. Por suerte ahora tengo muchas cosas que hacer, y eso hace que las horas de trabajo se me hagan mas cortas.
Strange days, gran pelicula, aunque se equivocó en sus predicciones. Ya estamos en 2K4 y aun no se pueden registrar las emociones en CD.
No puedes quedarte parado a esperar que te ocurra algo, has de provocarlo tu.
Por cierto, te mande un mail importante, lo has leido?
Joserra -
Di -
Sí, yo también soy de la idea de que trabajar, trabajar, se hace muy poco a lo largo de la semana. Pero si los jefes se empeñan en eternizar las horas de jornada laboral habrá que entretenerse con algo. Un abrazo