ALL BY MYSELF
El verano es una época del año un tanto traicionera... Calor, sol, tiempo libre, vacaciones, planes por hacer, planes que se cumplen, planes que se quedan pendientes... Días de piscina, tardes de cine, noches de fiesta, amaneceres de resaca... Todo eso está muy bien, sí. La arena de la playa que se agarra en la piel, la sal del mar pegada en el pelo, el aire puro de los Pirineos, las estraordinarias historias de mi fantástica abuela, los solomillos y las patatas fritas... Todo eso sólo existe en verano. No, si el verano es estupendo, pero...
...me doy cuenta de que en verano paso mucho tiempo solo. En principio, no es algo que me importe demasiado. De hecho, me gusta estar solo, conmigo mismo. Soy una persona independiente y hay ocasiones en las que las relaciones sociales me agobian. Siempre he sido un poco cardo (aunque eso sí, soy un cardo simpático y cariñoso, jejeje...) y hay veces en que siento que las amistades te imponen obligaciones y te quitan libertad. Pero sé que no puedo vivir sin amigos.
Sin embargo, hay días como hoy en que la soledad me pesa, quizás porque mi cabeza no tiene con qué distraerse y se pone a dar vueltas... Cuando me he levantado, Esti ya se había ido. He desayunado solo mientras veía el telediario matinal de la primera cadena. He venido a trabajar: mi compañera de mesa tiene hoy turno de tarde y estoy solo en mi esquina de la planta 3bis. Después comeré solo en casa. Quizás me vea algún episodio en DVD de Expediente X a la hora de la siesta y después tengo que ir a comprarme un traje para la boda de mi prima. Por la noche, vienen amigos a cenar a casa, pero hasta entonces habré pasado el día sin hablar casi con nadie. En ocasiones, algún fin de semana que me he quedado solo en Madrid, termino hablando en voz alta o con el gato, más que nada porque siento que se me seca la boca... Y ahora que Esti se va a mudar y yo voy a vivir solo, por fin, como llevo bastante tiempo deseándolo, me imagino que estos días sin palabras serán más frecuentes.
Lo bueno de estar solo es que te sirve para valorar a los que tienes cerca (si no físicamente, sí en el corazón). Lo malo es que, cuando estoy rodeado de gente, echo de menos mi soledad sin responsabilidades. Y lo peor es que me pregunto si no debería haberme esforzado en encontrar a alguien con quien quisiera compartir esta soledad... Tendré que echarle otra capa de amianto a mi corazón.
...me doy cuenta de que en verano paso mucho tiempo solo. En principio, no es algo que me importe demasiado. De hecho, me gusta estar solo, conmigo mismo. Soy una persona independiente y hay ocasiones en las que las relaciones sociales me agobian. Siempre he sido un poco cardo (aunque eso sí, soy un cardo simpático y cariñoso, jejeje...) y hay veces en que siento que las amistades te imponen obligaciones y te quitan libertad. Pero sé que no puedo vivir sin amigos.
Sin embargo, hay días como hoy en que la soledad me pesa, quizás porque mi cabeza no tiene con qué distraerse y se pone a dar vueltas... Cuando me he levantado, Esti ya se había ido. He desayunado solo mientras veía el telediario matinal de la primera cadena. He venido a trabajar: mi compañera de mesa tiene hoy turno de tarde y estoy solo en mi esquina de la planta 3bis. Después comeré solo en casa. Quizás me vea algún episodio en DVD de Expediente X a la hora de la siesta y después tengo que ir a comprarme un traje para la boda de mi prima. Por la noche, vienen amigos a cenar a casa, pero hasta entonces habré pasado el día sin hablar casi con nadie. En ocasiones, algún fin de semana que me he quedado solo en Madrid, termino hablando en voz alta o con el gato, más que nada porque siento que se me seca la boca... Y ahora que Esti se va a mudar y yo voy a vivir solo, por fin, como llevo bastante tiempo deseándolo, me imagino que estos días sin palabras serán más frecuentes.
Lo bueno de estar solo es que te sirve para valorar a los que tienes cerca (si no físicamente, sí en el corazón). Lo malo es que, cuando estoy rodeado de gente, echo de menos mi soledad sin responsabilidades. Y lo peor es que me pregunto si no debería haberme esforzado en encontrar a alguien con quien quisiera compartir esta soledad... Tendré que echarle otra capa de amianto a mi corazón.
15 comentarios
rafael -
Saludos a los que lean esto y al dueño noble del blog
La enmascarada -
spinoza en tiempo de verano solitario -
Y lo dice alguien que ni siquiera tendría que estar escribiendo en tu blog. Ya sostengo bastantes monólogos patéticos estos días como para encima hablarle a tu blog.
Así que ya sabes, llama a los amigos cuando te dé la gana, y cuando no te apetezca pues no lo hagas... pero disfruta de ti mismo, solo o acompañado.
ace76 -
Manué -
Alguién que lee por aquí -
Alguién que pasó por tu vida -
Al solitario sólo le queda un consuelo liviano: que entre lo que es, si es algo, y lo que hace, exista un somero equilibrio que le impida hundirse, sin testigos, en la más honda oscuridad.
NUEVE BESOS
Manué -
Y no creo, para nada, que estes solo.
Joserra -
SuStar -
Joserra (no soy homófobo) -
Y lo de encontrar a alguien, ay, hijo, es el cuento de nunca acabar, dicen que el amor no hay que buscarlo, o era que no nos esforzamos en encontrar a alguien, o era que no salimos por los sitios adecuados, oo.... no sé, debe ser muy fácil pero no termino de descubrir el método.
Joe -
El estar solo cuando es opcional no tiene nada de malo. Por supuesto hay das en los que te das cuenta de que no has hablado (de "hablar" no de musitar saludos y cosas de curro) con nadie.
Pero túi Antonio estas solo porque quieres... vamos que cuando un fidne te encuentras asi sabes que tienes gente para llamar, pero no te da la gana. Que lo eliges. A veces te equivocas otras no.
El verano es un coñazo, quiero que llegue el invierno ya y volver a la normalidad
La misma -
Otra -
Una -
Un besito.
Siempre se puede hablar con los peluches, es una táctica muy utilizada por mí, jejeje