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El blog de ace76

Batallitas

STARBUCKS ASESINO

STARBUCKS ASESINO

Starbucks es un negocio que me fascina. Me parece increíble que una pequeña cafetería de Seattle se haya convertido en una gigantesca multinacional que controla el 5% del comercio internacional de esta mercancia, firma contratos discográficos con Paul McCartney o intenta arrebatar a Etiopia el nombre de sus especialidades de café. Todo eso en sólo una década, a pesar de cobrar sus Frapuccinos a más de cuatro euros, estar siempre hasta arriba o vender un café que horrorizaría a los sibaritas.

¿Será el secreto de su éxito el parecerse a una cafetería que salía en una amigable telecomedia? ¿Tan grande es el poder de un sofá? ¿O será por servir café en tazas? ¿O porque, indudablemente, el concepto de cafetería como lugar agradable en el que pasar un rato estaba aun por explotar en Estados Unidos, país de Burgers y Diners? ¿O por ese aire de buen rollito que transmiten sus "baristas"?

Buen rollito y simpatías que se ganan con pequeños gestos como el de regalar bolsitas con sus posos de café para "revitalizar tus plantas", tal y como dice el folleto que acompaña a esa mercancía tóxica. ¿Revitalizar? JA! A los pocos días de echar el "abono" en mis macetas, los cactos comenzaron a disolverse por dentro, como nazis que hubieran abierto el arca de la alianza, quedando reducidos a una piltrafilla seca. También empecé a fijarme en que a mis otras dos plantas se les estaban empezando a secar más hojas de las habituales. Ayer me di cuenta de que en la tierra donde había puesto el "simpático regalo de Satanbucks" había crecido, no una rozagante planta, sino una masa de moho. Así que después de cagarme en la sirena de las dos colas me dediqué a arrancar tierra mohosa y a rezar por la salud de mi tronquito del Brasil.

Si no fuera por esas galletas de chocolate blanco, proclamaba un Boikot a Starbucks desde ya.

DEBATE DEL DEBATE

Trece millones de espectadores vieron ayer el debate ZP-MR. En principio, yo no tenía mucho interés en verlo, más que nada, porque llevo cuatro años seguidos escuchándoles todos los miércoles y ya les conozco bien. Pero el caso es que comenzó el show con una cuenta atrás al más puro estilo galadeentregadepremios y parecía que conectábamos con Eurovisión. Pero Manuel Campo Vidal no dijo nada de "Jelou Yurop". De hecho, apenas dijo nada. Tanta discusión para encontrar moderador y si ponen a un maniquí del Corte Inglés daría lo mismo. Y comenzó el espectáculo y yo me quedé viéndolo.

Maniquí Campo Vidal: Ronda 1. ¡Economía!

Rajoy: Microenonomía fatal.

ZP: Macroeconomía guay.

Rajoy: La leche por las nubes. Le voy a sacar un gráfico impreso en un papel (y el cámara a por uvas y no vemos nada)

ZP: El PIB crece que te cagas. Yo le saco un gráfico cartulina en una carpetilla (y es que todo el mundo sabe que los asistentes socialistas son más listos y guapos)

Rajoy: el pollo está muy caro.

ZP: octava potencia mundial.

MCV. Ronda 2. ¡Política social!

Rajoy: Emigrantes malos

ZP: Política social guay: becas, igualdad, derechos para todos...

Rajoy: Sí, sí, pero emigrantes malos.

ZP: los que se les colaron a ustedes con el bonobús.

Rajoy: (¿y esho que esh lo que esh?) emigrantes malos malos malos

ZP: pequeños xenófobos.

MCV: Ronda 3. ¡Política institucional!

Rajoy: ETA estaba derrotada (porque lo digo yo)

Inciso: aquí es donde yo me fui ya a trastear con Facebook, al escuchar lo de "la violencia callejera estaba controlada"

ZP: Yo firmé pacto antiterrorista y apoyé al Gobierno.

Rajoy: Mentiroso!

ZP: Pues anda que ustedes...

MCV. Ronda 4. ¡Política institucional!

Rajoy: ¡España se rompe!

ZP: Nación de naciones

Rajoy: España, ese país con 500 años de historia... (¿Una, grande y libre?)

ZP: España será lo que los españoles quieran que sea.

MCV: Ronda 5. ¡Retos del Futuro!

Rajoy: Globalización (era la palabra del dia en el calendario de "amplie su vocabulario" y hay que ponerla en una frase para aprenderla)

ZP: La vivienda baja de precio.

Rajoy: ¡usted agrede a las víctimas del terrorismo!

ZP: Me deja sin palabras (talante, Jose, talante)

MCV: ¡Conclusiones finales!

Rajoy: Yo quiero que España sea un país en el que una niña pueda ser feliz (y a mí me ha preparado el discurso el asesor de Miss España)

ZP: Buenas noches y buena suerte (¿hago con la mano el gesto este de "clinclin, ¿lo pillan?")

Resumiendo: que menudo tostón, que qué poco lo quieren las cámaras a Mariano, que ZP ha estado mucho mejor en otras ocasiones, y que a ver si en el próximo debate hablan menos de lo que hicieron y más de lo que piensan hacer. Ah, y que nos aclaren de donde sacan las cifras, porque parece que cada uno se las va inventado sobre la marcha. El debate lo ganó ZP, por supuesto.

UNA HISTORIA DE AMOR

UNA HISTORIA DE AMOR

Pues el otro día se me ocurrió un artículo muy interesante, pero se me ha olvidado por completo sobre qué había pensado escribir... Sí, soy de estos enfermos que de vez en cuando piensa cosas del tipo "esto lo tengo que contar en el blog". Soy un adicto a Internet, lo reconozco.

La red de redes es el gran invento del siglo XXI. Mi primer contacto con Internet fue durante la carrera, aunque entonces era más bien un objeto de estudio y de trabajo. Google no existía aun. Yahoo era un directorio un poco lioso donde uno acaba siempre viendo las webs de los actores y actrices de moda. Eran los tiempos de Brad, Keanu, Winona y Alicia Silverstone (por la que babeaba yo en aquel entonces. Admito risas). Mi buscador favorito en aquella época era, sin embargo, ole.com. También me hice una cuenta de correo electonico en la Universidad, no sé si con Eudora o con Pop. El caso es que tenías que usar un disquete para poder entrar en la cuenta y nunca aprendí a usarla.

Mi verdadera historia de amor con Internet nació unos años después, en una siniestra oficina donde el tiempo entre curro y curro transcurría muy lentamente. He de confesar que todo empezó gracias a Gran Hermano 2. En busqueda de algún sitio en donde poder compartir mi fanatismo irracional por (oh vergüenza) Kaiet y Marta, acabé llegando a Muchagente. La cosa ya se convirtió en pasión irracional cuando Operación Triunfo llegó a mi vida y yo llegué a Portalmix a dar rienda suelta a mi fanatismo por Juan Camus y Alejandro Parreño. (¿Qué pasa? Otros se dedican a navegar en búsqueda de documentales sobre la sexualidad adolescente en Rumanía). Desde entonces llevo navegando por Portalmix en cuanto arranca una nueva edición. Y gracias a esa web he hecho de todo: ahí conocí a Diego, a Cristobal y Manuel, a Jotas, Lucia, Mar, Belen, Susana... así como a muchos otros amigos e, incluso, hice alguna que otra enemistad; me fui a Eurovisión con el club de fans de Ramón; tuve mi gran momento como icono sexual bajando las escaleras del Rincón de Rosales; hice cola nocturna en el Bernabeu; descubrí el Polainas... En fin, que mi vida social no sería la misma si no me hubiera convertido en el forero ACE76. Aunque si llego a saber que mi vida internaútica iba a ser tan intensa, me hubiera buscado un nick más bonito, eso sí.

Paralelamente, un compañero de curro me descubrió el maravilloso mundo del P2P. Primero fue Napster... lo cerraron. Después llegó Morpheus... lo cerraron. Después llegó Kazaa... del que disfruté durante años. Y ahora vivo un romance con Emule. Gracias a ellos he podido recuperar viejas canciones en formato digital, disfrutar de nuevas canciones y descubrir a nuevos grupos, por no hablar de la posibilidad de ver Lost tal y como lo emiten en USA y no tener que aguantar el ritmo (y el doblaje) de las televisiones españolas.

Internet hizo que mi mundo se hiciera más pequeño. Puedo comprar el nuevo disco de Tarkan a la vez que ha salido en Turquía, o encontrar auténticas gangas en el Amazonas estadounidense, o montarme mis propias vacaciones y escapadas, o seguir al segundo las oscilaciones del Eurostoxx, o enterarme de si Britney está otra vez en la clínica, o ver la última portada de Details, o leer la prensa nacional, o escuchar Accuradio, o cotillear trailers y videoclips en Youtube, o... vamos, que no os voy a descubrir ahora para qué sirve Internet.

Ahora estoy viviendo en la Era Blog y me gusta. Y en la era Flickr. Y en la era Facebook. Y en la era LastFM. Y dentro de poco, en la era Wordpress. Sí, Internet parece un Gran Hermano en el que todos estamos regalando un pedazo de nuestra intimidad al mundo. ¿Serán estos los auténticos quince minutos de fama de los que hablaba Warhol?  

MEMEMAMANIA

MEMEMAMANIA

Mi primer meme me ha llegado desde Corolario de Colores, el blog de Jotas. Éstas son las normas:

1.- Enlaza a la persona que lo envía.

2.- Comparte 6 manías/hábitos que tengas

3.- Nomina, como mínimo, a tres personas y enlaza sus blogs

4.- Déjales un comentario avisándoles de su nominación

La verdad es que no me considero una persona con manías o hábitos extravagantes. Soy tan normalito y poco interesante...

-Uno de mis hábitos recurrentes es consultar la ficha en Imdb de cada película que he visto, especialmente la filmografía de cada uno de los actores. Me puedo pasar la mañana enlazando fichas y fichas. Es curioso como muchos actores comenzaron con algún papelillo secundario en alguna telecomedia: Tarantino salió en "Las chicas de oro", Brad Pitt en "Los problemas crecen", Zac Efron en "Firefly"...

-Aunque mis amigos no me creerán, soy una persona bastante ordenada. Sólo que mi sentido del orden es un tanto personal. Por ejemplo, las casettes las ordenaba por orden alfabético, según el artista. Sin embargo, los CDs los ordeno por orden cronológico de compra, excepto cuando es de un artista del que ya tengo uno con anterioridad. El debate interno aun no resuelto es si, en ese caso, debo ordenar los discos por su orden de publicación histórica o por el orden en el que me los compré yo. Por lo general gana el orden histórico, pero no siempre. A veces tengo problemas con algunas BSO... ¿Es "Evita" un disco de Madonna o debe de ir por separado?

-Los que sí están separados, como si no fueran discos de verdad, son los de Operacion Triunfo, que forman un universo paralelo organizado por ediciones.

-Los DVDs los he separado en series de TV, cine europeo, cine estadounidense y dvds musicales y varios.

-Los libros los ordeno por autores y tamaños.

-La ropa no la ordeno de ninguna manera. Mejor no abrir algunos cajones. Digamos que es "orden abstracto".

-No soporto las botellas sin tapon, los frascos abiertos, las latas a medio abrir... Me ponen nerviosísimo.

-También soy muy aficionado a apagar luces innecesarias, desconectar electrodomésticos y cerrar grifos.

-Durante muchos años casi toda mi ropa ha sido azul. Menos el abrigo, que era granate. Poco a poco, me he ido abriendo a otros colores.

-Cuando empiezo a leer un libro, tengo que terminarlo. Aunque me aburra mortalmente (me paso con "La reina de las nieves", de Carme Martín Gaite; o "Últimas tardes con Teresa", de Juan Marsé) o me lleve siglos acabarlo ("La montaña mágica", de Thomas Mann. Pero el esfuerzo valió la pena: es uno de los mejores libros que he leido nunca). Creo que sólo dejé de lado el "Ulises", de James Joyce, pero me parece que ese nadie se lo ha leido entero nunca.

La verdad es que, para que este meme fuera interesante, me debería haber inventado alguna mania o ritual absurdo del tipo "siempre doy tres saltos a la pata coja cuando me levanto" o "canto una canción cada vez que veo un pajaro azul", pero no, no soy de esos.

Este meme se lo paso a Joserra, a Esti y a mi hermano, por si algún día no saben de que hablar.

FUERZA DE VOLUNTAD CERO

FUERZA DE VOLUNTAD CERO

Dicen que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones... Y sí, yo tengo muy buenas intenciones, ideas y propósitos, pero mi fuerza de voluntad y capacidad de esfuerzo son cercanos a cero. Al final todo se queda en agua de borrajas o proyectos incompletos.

Lo dicho, que basta que me proponga decir que ya ha llegado la hora de adelgazar un poco y resulta que ayer:

Desayuné café con leche y alcachofa de pan a la plancha con mantequilla y mermelada de fresa.

Al final de la mañana me comí medio bollo que había sobrado del cumpleaños del lunes de una compañera de curro.

Comí arroz con salchichas y huevo frito.

Y cené pizza y Fanta Naranja.

Así que me acosté con la sensación de tener un globo aeróstatico en la tripa... En fin, lo dicho, que me iré a una cabaña en el Pirineo y me alimentaré de bayas y raíces silvestres. Y fumaré en pipa, no me afeitaré y aprenderé a tallar cucharas de madera de boj.

También me había propuesto escibir un artículo interesante, chispeante y original, pero hoy no doy para más. Mañana será otro día.

THE NAME OF THE GAME

THE NAME OF THE GAME

Este domingo, dentro de la campaña 2007 de "haciendo cosas por primera vez", fui al Santiago Bernabeu a ver un partido de fútbol. Antes había estado en el estadio, pero fue para ir al legendario concierto del fin de la gira de la primera edición de Operación Triunfo. Pensar que los triunfitos llenaron dos noches seguidas ese recinto impresiona bastante. Como dijo Alejandro Parreño, "España se había vuelto loca". Yo me lo pasé como un enano aquella noche. Atulaaaaaadomesieeeeentoseguuuuuro, atulaaaadonodudo, atulaaaadoyopuedovolaaaaaaaaaar...

Más de cinco años después no queda ningún rastro de aquella noche, y en vez de estar sobre el cesped del Bernabeu, estábamos arriba, muy arriba, más cerca de las estrellas del cielo que de los jugadores galácticos, que parecían más bien muñequitos. El cesped tan verde, la luz tan irreal, los uniformes tan limpios... Sí, a falta de locutor machacón, parecía que estaba viendo una partida del FIFA 2007 en el ordenador.

Quitando los primeros minutos de la primera parte, el partido fue bastante malo y aburrido. Por el Real Madrid jugó Van Nistelroy y otros amigos suyos. Por Osasuna jugaron Patán, Torpón, Cojito y en la portería, Beodo. Vamos, que he visto pachangas en el patio del colegio con más calidad. Los de UltraSur, quitando este extraño rito iniciático en el que se pegan con periódicos, se portaron bien; y a los Indar Gorri ni les vi. El futbol es así. Aburrido en un 95% de las ocasiones.

TINTORERÍA

TINTORERÍA

Definitivamente, la Navidad ya está aquí. A partir de la semana que viene ya podré recoger mi jamón anual y el martes tendré una fiesta con mucho talante navideño. A este evento que se celebra en hoteles de Grand Luxe hay que ir presentable, así que ayer llevé mi traje a la tintorería. En uno de los bolsillos del pantalón descubrí la entrada de la fiesta del año anterior, lo que me hizo pensar que durante 2007 no he tenido que ir a ninguna boda, bautizo, entrega de diplomas o similar.

La tintorería a la que llevé el traje está en el Callejón del Gato. Me gustó porque tiene un aire antiguo, nada moderno. Una dependienta detrás del mostrador y un señor canoso con pinta de abuelito simpático planchando ropa con mucho vapor. Lavadora enorme y metálica. Camisas y vestidos envueltos en plástico, etiquetados y colgados de un riel. El único elemento de diseño era una mesa Lack de Ikea un tanto desvencijada. 

Para mí, ir a la tintorería era acompañar de pequeño a mi abuela a recoger la alfombra de la sala en La Elegante. Por eso prefiero que sean antiguas, como si estuvieran congeladas en el tiempo. Me recuerdan a mi infancia. 

Aunque, considerando que lavar y planchar una camisa cuesta menos de cuatro euros y para mí supone una tortura, estoy por convertirme en un cliente habitual.

¡¡¡TRIUNFADOR!!!

¡¡¡TRIUNFADOR!!!

Todo en mi vida es triunfo tras triunfo!!!

Por fin he conseguido arreglar el BluSens!!! Han sido dos días trasteando con el cacharro, los archivos, los cables USB, descubriendo sus secretos más ocultos y pulsando botoncitos nunca antes vistos. Vale, sí, lo reconozco. Quizás tenía que haberme puesto con ello antes. Quizás tenía que haberme leido todo el folleto de instrucciones antes de darme por vencido. Quizás mi subconsciente lo que quería era un Ipod... En mi defensa, diré que el manual de instrucciones es muy incompleto y está muy mal escrito. La existencia de la posibilidad de formatear el aparato solo viene en un documento de texto EN INGLÉS (quiero aclarar que BluSens es una empresa gallega) dentro del miniCD que contiene drivers y programas accesorios. Pero mi inteligencia ha podido vencer los obstáculos. Me siento como un ingeniero de telecomunicaciones.

Y por si fuera poco, he encontrado mi reloj de pulsera favorito, que llevaba desaparecido desde hacía un mes. Estaba al fondo del fondo de un cajón. ¿Qué pintaba ahí? Ni idea. Cosa de los fantasmas de la casa, seguro. En todo caso, me siento como un arqueólogo que hubiera localizado la Atlantida.

¿Puede ser este el artículo más tonto del año? ¿O quizás de la década?

En fin, si es que los pequeños detalles son los que le ponen chispa a la vida. 

IMAGINA SER MAMÁ

IMAGINA SER MAMÁ

No quiero parecer un adalid de lo políticamente correcto, pero después de tanto tiempo intentado que los juguetes no sean sexistas, que existan juegos como "Imagina ser mamá", "Imagina ser cocinera", "Imagina ser veterinaria" o "Imagina ser diseñadora de moda" me hacen pensar que no hemos avanzado nada desde la Tricotosa de Feber o las cocinas Moltó.

Este es el argumento de "Imagina ser mamá": Conviértete en una estudiante que se va a vivir al pueblo de su abuela para seguir con sus estudios. Y descubrirás, ayudando a tus vecinos con sus niños, tu verdadera pasión: ¡ser canguro!. ¿Para qué estudiar más? ¡Cásate y procrea! ¿Este juego está patrocinado por el Foro de la Familia?

Y el de "Imagina ser cocinera" tampoco se queda atrás: Aprende junto con Lisa cómo cocinar para la familia, acompáñala mientras juntas aprendéis trucos de cocina y preparáis deliciosas Comidas. Conseguirás impresionar a familiares y amigos. Usa todo tipo de utensilios de cocina y combina multitud de ingredientes. Corta, lava, fríe… todo utilizando la pantalla táctil. ¡Realizate a través de las labores del hogar! ¡Sé "el ángel del hogar" al más puro estilo victoriano! ¡Descubre la opción "copita a escondidas" para subir el ánimo de tu personaje! ¡Revoluciona la casa poniéndote unos pantalones!

¿Qué pasa si una niña quiere jugar a otras cosas, como ser piloto de carreras, astronauta, arquitecta o presidenta de Estados Unidos? ¿Tiene que pensar que no son profesiones para ellas? ¿Y qué pasa si un niño quiere jugar a ser cocinero o diseñador de moda? ¿Tiene que pensar que no son profesiones para él (y aguantar que le llamen mariquita en el colegio, que lo sé yo, que de pequeño pedí una cocina a los Reyes Magos y prefería jugar a balón prisionero que a fútbol)?

EL CENTRO DEL UNIVERSO

EL CENTRO DEL UNIVERSO

El centro del Universo está en Seattle, más en concreto, en en el barrio -autoproclamado república independiente- de Fremont, cuyo lema es "De Libertas Quirkas" (Libertad para ser Diferente). Desde este punto se puede ir a cualquier lugar que desees, real o imaginario.

Estas fotos, y estas historias, muy pronto, en mi cuenta de Flickr.

INTERNATIONAL FOUNTAIN

INTERNATIONAL FOUNTAIN

En Seattle existe un lugar llamado Seattle Center, legado de la Exposición Mundial celebrada en aquella ciudad a principios de los años sesenta. La Space Needle, con sus líneas anticuadamente futurísticas y cuya utilidad principal es simplemente exisitir (como la Torre Eiffel o el Atomium, construidos también con motivo de Exposiciones Universales); y el monorrail, otro invento futurista que se ha quedado obsoleto, son parte de él, al igual que el Pacific Science Center (enfocado a los niños, pero con un bonito mariposarium) o el Experience Music Project (edificio de Frank Gehry en el que el arquitecto se plagia a sí mismo. Vamos, que es como el Guggenheim de Bilbao pero con colores rojo, azul y verde).

Sin embargo, el rincón más interesante del Seattle Center acaba siendo la International Fountain, un amplia semiesfera metálica de la que salen multiples chorros que cambian constantemente para diversión de los seattlelenses más pequeños... y los turistas navarros más desprejuiciados. Los niños se divierten con el agua, los jovenes toman el sol sobre el cemento, los padres se divierten viendo como se divierten sus hijos, el agua refresca el ambiente, los rayos del sol dibujan el arcoiris y decenas de altavoces emiten una relajante música étnica.

SEATTLE ESTÁ MUY LEJOS

SEATTLE ESTÁ MUY LEJOS De hecho, está en el quinto pino.

SIMPLIFICA

SIMPLIFICA

Corría el año 1994 (glups), cuando me presenté a mi examen de SeleCtividad. Tres días de nervios, paciencia y desagradables sorpresas. "No, no voy a estudiar lo de la literatura sudaméricana, si nunca cae". Zas, hola Gabriel García Márquez. "Que pereza me da el tema de la Revolución Industrial". Venga, vamos a hablar de los movimientos obreros. "No soporto a Hume". Bienvenidas, bolitas de billar. Nada te garantiza que el sol salga mañana, aunque lleve sucediendo así desde hace millones de años. ¿Vas de listo, Hume?

Pero el examen con el que estuve quince minutos en blanco delante del papel fue el de Matemáticas 2. De cuatro preguntas planteadas, había que responder a dos y yo sólo sabía hacer una y media. Y la que sabía responder entera prometía ser una pesadilla. Dibuja la gráfica correspondiente a la función y= log x/x. No tuve más remedio que ponerme a hallar limites, derivar, integrar y hacer la segunda derivada. Me empezaron a salir fracciones de fracciones de fracciones. Números y más números se amontonaban en el papel. Podemos decir que fue una intensa despedida de las Matemáticas. Finalmente saqué un 7´5, lo que corresponde a saberse pregunta y media. 

Ahora ya no sé derivar, ni integrar, ni hacer un logaritmo, y he olvidado completamente todo lo relacionado con senos, cosenos, polinomias, combinatoria y estadística. Sin embargo, a veces me acuerdo de aquella función y pienso que, en algún momento entre fracción y fracción, debería de poderse simplificar. Seguro que era posible resolverla de una manera mucho más sencilla, sólo que en aquel entonces no supe o no pude verlo.

Quizás los problemas matemáticos se parezcan a los vitales más de lo que se piensa. Todo es cuestión de simplificarlos. ¿Pero cómo?

¡GALLETAS!

¡GALLETAS!

Aunque cuando era pequeño fue mi hermano el que se llevó el mote de "monstruo de las galletas" por como devoraba las María y las Antonieta, perdón, Artinatas, yo no concibo un buen vaso de leche sin su correspondiente ración de este delicioso y nutritivo manjar.

Mucho antes de que llegarán las galletas Oreo a nuestro país, ya había una galleta con modo de empleo. ¿O es que vosotros no habéis destapado una Príncipe de Beukelaer para lamer el chocolate de dentro? Y bueno, mucho antes de que llegaran las Chips Ahoy, teníamos las galletas Cookies, de Ortiz, o las Yayitas de chocolate. Hmmmm, Yayitas, ¿qué decir de las Yayitas desayuno con chocolate y cinco cereales? Con la excusa de que son sanas, uno devora doce de una sentada y se queda tan a gusto. Así deben de ser tan sanas como las "Digestive". No se ha visto nombre tan engañoso para algo tan pastoso.

A una mala siempre se puede recurrir a la Nocilla (o la Nutella) para untar galletas María y convertirlas en algo, aun si cabe, más delicioso.

En Italia, la gente compraba mucho los palitos estos de "Mikado". Y en Estados Unidos, una visita al supermercado es como ir al museo de Nabisco. Si no hay veinte variedades distintas de Oreo y Chips Ahoy, no hay ninguna. Claro, cuando uno ha comido una Chips Ahoy King Size, las que se venden en España parecen miniaturas.

En miniaturas es lo que han convertido las Napolitanas, qué lástima. Canela...

¿Y qué decir de las galletitas saladas? Un aperitivo no es lo mismo sin ellas, ya sean con forma de pez, de galletita, de letras o de pretzel... hmmm, con los cristalitos de sal brillando entre los nudos del lacito como pequeños diamantes en la roca.

Bueno, ¿y los surtidos de Cuétara? ¿Por qué será que siempre se acaban antes las galletas de chocolate? ¿Y las envueltas en papeles de colores? ¿Creen los fabricantes que nuestra mente funciona como la de las urracas? Y lo mejor de todo es que como ahora somos mayores, podemos comer todas las que queremos sin que una madre nos diga: "sólo tres, que luego no cenas". Yo ahora como galletas y ceno! O ceno galletas, jajaja.

Últimamente, lo que no puede faltar en mi armario son galletas Lu con forma de Dinosaurio. Sí, son para niños que van al colegio, pero son muy nutritivas, al menos, eso dice el envase. A mí me gustan y eso es lo que cuenta.

¡Cuantas cosas se pueden decir de algo tan aparentemente sencillo como una galleta! 

JUEVES UNIVERSITARIO

JUEVES UNIVERSITARIO

Una de las cosas que aprendí en la Universidad es que no hay que esperar a que sea fin de semana para salir de fiesta. De hecho, se decía que el mejor día para salir era el jueves: había mucha menos gente en los bares y la que había era mucho más interesante que la masa informe del sábado. El único problema es que, siendo universitario en casa materna, uno tenía que volver a una hora decente a casa y en un estado presentable (aun sigo despertando a mi madre para decirle que he llegado a casa en las raras ocasiones en que salgo por Pamplona).

Cuando llegué a Madrid, descubrí los placeres de la vida independiente. Recuerdo aquellos domingos de Alonso del Barco en que me levantaba de la cama a las cuatro de la tarde... Se podría decir que durante un tiempo las mañanas del domingo sólo tuvieron un existencia teórica, porque yo no las vi, la verdad. Después, cuando empecé a trabajar en aquella productora, recuperé la tradición de los jueves universitarios con mis compañeros de trabajo. Tomábamos vermús en un bar cutre y luego íbamos a un cutrepub que organizaba espectáculos de magia o de monólogos "cómicos" en los que prácticamente sólo estábamos nosotros. A veces íbamos a un karaoke más cutre incluso. O peor aun, terminábamos en algún bar de Moncloa como el "Inn". Eran otros tiempos, más divertidos y más sexualmente frustrantes, todo hay que decirlo (Dios, la palabra sexo en este inmaculado blog!). A veces sólo dormía dos o tres horas, pero luego el viernes rendía como el que más (cosa que no era difícil tal y como era el ritmo de trabajo de ese antro laboral).

Ahí es donde se nota más la edad, en "el día después". La penúltima vez que hice un jueves universitario, el viernes estaba semicomatoso. Sin embargo, ayer salí de marcha, hice como que bailaba hasta las cuatro de la mañana y hoy estoy como una rosa. Si no fuera por este dolor de piernas que me está matando... 

LOCOS POR LAS LETRAS

LOCOS POR LAS LETRAS

Este fin de semana mi hermano y yo nos fuimos a Pamplona, a descansar, a ver a nuestra madre y a ponernos las botas con rica comida casera. Sí, la que hago yo en mi casa también es "casera", pero, por lo que sea, no tiene el mismo sabor, ni el mismo color, ni la misma textura...

También nos dedicamos a jugar al Boogle, el último vicio familiar. Se trata de un cubo de plástico en el que se agitan dados en cuyas caras hay letras en vez de números. Durante un par de minutos hay que descubrir el mayor número de palabras, cuanto más largas, mejor. El que más puntos saca, gana. Suele ser nuestra madre, que tiene mucha experiencia en este tipo de juegos. Cuando éramos pequeños, los domingos por la tarde la familia se reunía en casa de mis abuelos para disputar largas partidas de Intelect (después se llamó Scrabble, pero era el mismo juego). Ahora ya sólo jugamos en Nochevieja, y a veces, hasta gano yo.

Lo mejor es que uno se inventa palabras y luego resulta que están en el diccionario. Verbos como "basurear" o "trajear" u "oxear" existen. Y también palabras como "oblito", "obnoxia", "noray", "piélago" o el descubrimiento de este domingo, "céfiro". No, no tiene nada que ver con zafiros y piedras preciosas, sino que es un "viento suave y apacible". Mi hermano dice que ahora, cuando sople brisa, diremos que "que a gusto se está con este céfiro tan fresquito".

Y este es el lúdico origen de mi pedantería. Pero es que las palabras están en el diccionario para ser usadas.